En el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicado el pasado 29 de marzo, se ha añadido una actualización del denominado Canon Digital que introduce cambios en los precios a la hora de comprar cualquier dispositivo electrónico como smartphones, ordenadores o tablets entre otros, y lo peor de todo es que repercute directamente en los consumidores.

El Canon Digital es una compensación económica que nació para las discografías por el problema de piratería, y que, con el tiempo este «impuesto» se aplicó a todo dispositivo capaz de almacenar copias privadas de libros, películas, series, discos y todo tipo de contenidos digitales.

Esta tasa es un tema bastante polémico, ya que en 2016 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronunció en contra de este sistema, no obstante, al año siguiente el gobierno de Mariano Rajoy la volvió a implementar alegando que se trataba de unas tasas transitorias que podrían cambiar en un futuro.

Los consumidores tendrán que pagar más

Ahora, unos cuantos años después el actual gobierno, impulsado por el Ministerio de Cultura y Deporte ha cambiado esta tasa, pero no para eliminarla o reducirla, sino para aumentarla. Lo cierto que este «impuesto» no puede superar los 5 euros, aunque desde su implementación ya ha recaudado más de 211 millones de euros.

En un principio este canon tenía sentido ya que la piratería era un aspecto que afectaba negativamente a los artistas, no obstante, con la evolución de la tecnología y la aparición de plataformas como Spotify, Netflix, Kindle y similares este problema está casi erradicado.

¿Cómo te afectan esto a los precios?

Como hemos dicho antes, esta subida del canon digital afecta directamente al bolsillo del consumidor, por ejemplo, la tasa que tenían antes los smartphones pasa de ser de 1,1 euros a 3,25 por unidad, para tablets, el precio ha subido de 3,15 euros a 3,75.

Con el paso del tiempo han aparecido nuevos productos también, por ejemplo, los relojes inteligentes o smartwatches entran en esta lista y se les aplicará una tasa de 2,5 euros la unidad. Por otro lado, no todos los dispositivos suben, aquí destaca la bajada en ordenadores (de 5,45 hasta los 5,32 euros) y la de las impresoras de 5,25 a 4 euros.