Cuidado con los tatuajes de henna
Aunque esta opción parece en principio menos agresiva que la de los tatuajes fijos, lo cierto es que algunos pueden tener consecuencias serias para la piel. Estos tatuajes se realizan mediante una simple aplicación sobre la piel y tienen como base una sustancia colorante llamada Henna, a la que se pueden añadir colorantes para conseguir un color negro más atractivo, a la vez que aceleran su fijación y duración. El problema reside precisamente en estos componentes, como la p-fenilendiamina o PPD, cuyo uso está prohibido sobre la piel porque pueden producir reacciones alérgicas cutáneas graves, como picor, manchas, enrojecimiento, ampollas o decoloración permanente de la piel en la zona donde se aplicó el tatuaje. Estos síntomas pueden tardar en aparecer días, incluso varias semanas después de aplicar el tatuaje.
Pero, ¿cómo distinguir la henna negra de la henna natural? Hay varias pistas que te ayudarán a reconocerla. La henna es un producto que se obtiene de las hojas y flores de un arbusto y que, una vez transformado en pasta, tiene un color marrón verdoso. Si el color de esta pasta es más oscuro, lo más probable es que se la hayan añadido colorantes que pueden resultar peligrosos para la piel.
Además el color del tatuaje en el caso de henna natural es rojo castaño, mientras que el de la henna negra es negro.
Otra pista, la henna natural tiene que estar en contacto con la piel tanto como sea posible para conseguir el color rojo castaño, mientras que la pasta de la henna negra puede retirarse pasada una hora. Así que otra forma de reconocerla es preguntando a la persona que os la vaya a aplicar el tiempo que necesita para fijarse. Si os contesta que con una hora es suficiente, se trata de henna negra. También podéis preguntarle cuanto os va a durar el tatuaje, ya que la henna natural suele durar unos tres o cuatro días o como mucho una semana, mientras que el tatuaje de henna negra dura más de una semana.