Con vistas a que se apruebe más pronto que tarde la nueva Ley de Tráfico, que se espera para antes de que termine 2021, la Dirección General de Tráfico (DGT) ya está allanando el terreno para tal momento. Más si cabe en un hecho como el de los coches viejos, contra los que se quiere poner fin para renovar el parque español, la institución que lidera Pere Navarro está advirtiendo a algunos propietarios mediante una carta del gran cambio que está por llegar al respecto de su vehículo.

Los coches zombie, aquellos que están dados de baja pero en algún momento se ponen en circulación de forma ilegal, sobre todo en áreas rurales, están cerca de encontrarse una dura piedra por el camino. A partir de 2022, el periodo de baja de un vehículo solo podrá ser de año en año con renovación constante por parte del propietario pues de lo contrario, al finalizar el periodo, volverá a estar considerado como un automóvil normal con los consiguientes impuestos, seguros e inspecciones que ha de pasar para circular.

Una de las novedades que la DGT ha querido incluir, a través de un Real Decreto, aprovechando la reforma sobre la Ley de Tráfico y que derivará en un trato de acabar con las bajas de vehículos, que se han duplicado en los últimos 15 años. Hasta ahora, cualquier propietario podía dar de baja su coche mediante un sencillo trámite y de forma ilimitada, es decir, hasta que decidiera revocar tal baja pagando tan solo 8,59 euros (además de asegurarse que todos los documentos para la circulación están en vigor).

¿Qué no tiene que pagar un vehículo dado de baja?

Durante esta baja, un vehículo no está obligado a pagar el impuesto de circulación así como tampoco debe pasar la ITV ni tiene por qué tener seguro, siempre que no se ponga en circulación. Es por todo ello por lo que con esta nueva reforma de que los trámites sean año a año (pagando en cada momento 8,59 euros), la DGT está enviando sus cartas informando a todos los conductores que en este momento tienen un vehículo dado de baja.

Será entonces a partir de 2022 cuando de no haber solicitado la renovación, el vehículo en cuestión estará de nuevo considerado de alta y tendrá que hacer frente a todos los pagos para su circulación, pues de lo contrario podría ser multado. Un cambio con el que se pretende acabar con estos denominados coches zombie, al tiempo que se sigue impulsando la renovación del parque automovilístico español, uno de los más anticuados de toda Europa.