Con los nervios por el golpe que hayamos dado o recibido, es normal que este trámite amistoso para que las compañías de seguros puedan gestionar las reparaciones, pueda complicarse más de lo que realmente supone rellenarlo correctamente, pero hay una serie de cosas que deberías tener en cuenta que se tienen que hacer correctamente, por lo que deberíamos evitar las contrarias.

Recomendaciones al tener un accidente

En el caso de tener un accidente, lo primero es la seguridad, por lo que deberías colocarte en un lugar seguro, tanto retirando los vehículos a un margen de la carretera si es posible, como poniéndoos en un lugar a salvo para rellenar el parte de accidente.

Si no hay daños físicos y estamos en una zona segura, es entonces cuando podremos empezar a hacer el parte amistoso. Es un proceso que no siempre resulta fácil, ya que las circunstancias no son las mejores: el tráfico rodado, las prisas, el susto o el enfado tras el accidente, pero será clave para cumplimentar el parte y hará las cosas más sencillas y amistosas.

Errores comunes al rellenar un parte

Uno de los principales errores al rellenar un parte es no llevar copias de este documento o no tener con qué rellenarlas. Así que deberías asegurarte que en tu guantera (o cualquier otro lugar del coche donde quieras almacenarlos) hay partes y también al menos un par de bolígrafos para poder rellenar el parte. A las malas, como el parte amistoso es autocalcante, con lo que al rellenarlo obtenemos dos copias, una para cada conductor, pero si al otro implicado le ha sucedido lo mismo que a ti, necesitarías de la buena voluntad de algún peatón que se acerque a su coche a prestarte alguno o de un conductor que pase por allí y no le importe aportar su granito de arena. En el caso de que hayáis sido previsores y ambos tengáis un parte para rellenar, no utilicéis dos formularios diferentes. Rellenad el mismo documento.

A la hora de rellenar el documento de la DAA, hay que hacerlo en mayúsculas y con una letra lo más clara posible. Los datos que ahí se ponen son muy importantes, por lo que tampoco deberían tener fallos ni imprecisiones. Dibuja un croquis en el que quede claro cómo se ha producido la colisión e identifica cada vehículo con las letras A y B para que no haya duda de a quién pertenece cada uno. Igualmente, ajusta al máximo cuál de las 17 situaciones se ajusta a vuestro caso y, si por algún casual no se ajusta a ninguno, rellena el campo de observaciones en vez de colocar una situación incorrecta.

Con la facilidad que tenemos hoy en día llevando un smartphone, haz todas las fotos y/o vídeos que puedas para que en caso de que se complique la cosa, estas pruebas puedan arrojar un poco de luz sobre cómo se pudo producir la colisión.

Un aspecto clave es no dejar que la otra persona se vaya sin rellenarlo o sin firmar. Podemos confiar de la buena voluntad de la otra persona y puede que excusas como que tiene mucha prisa sean ciertas, pero la declaración amistosa se tiene que rellenar en el momento y el lugar de los hechos. Solo habrá una excepción si hay víctimas y las lesiones requieren de atención médica lo más inmediata posible. De lo contrario, si la otra parte se niega a rellenar o firmar el parte, llama a la policía para que se encargue de hacer el atestado.

Otro error grave que podemos cometer es no comprobar los datos de la otra parte. Relacionado con el punto anterior de confiar en la buena voluntad, puede ser que no verifiques que los datos del otro conductor sea los que ha consignado en el parte. Que te dejen el DNI o carnet de conducir para comprobar que los datos de nombre y apellidos son correctos, visualiza el número de matrícula del contrario tú mismo y comprueba que corresponden con lo que se ha escrito en el parte.