El sector financiero rechaza de lleno la propuesta de Unidas Podemos, formación del Gobierno de coalición, de topar las hipotecas variables a las familias más vulnerables que se vean afectadas por la subida del euríbor. La banca pide al Ejecutivo que no guíe las medidas a poner en marcha y destaca que la solución más natural es aplicar moratorias a este segmento afectado, siempre con un análisis caso por caso.

Esta ha sido una de las conclusiones más relevantes que se ha extraído de la mesa de debate que ha tenido lugar en el V Foro de Banca organizado por elEconomista y Accenture este martes. En el coloquio participaron el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar; el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez; el consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno; el consejero delegado de Unicaja Banco, Manuel Menéndez; y el director general de servicios Financieros de Accenture, Diego López Abellán.

González-Bueno aseguró que es la banca la que tiene que buscar soluciones «razonables y razonadas» y «no dirigidas desde un punto de vista político». El consejero delegado del Sabadell señaló que la solución clásica para ese segmento de clientes con dificultades son las moratorias, una herramienta buena para los usuarios y que evita situaciones dramáticas como los desahucios. Asimismo, el banquero explicó que el foco de la preocupación está en las hipotecas a tipo variable que se han concedido en los últimos cinco años y que no han pagado suficiente principal. «Es la suma de tres factores: servicios básicos, energía y cuota hipotecaria que se incrementa hasta un punto en el que no caben esos tres conceptos por mucho que haya esfuerzo de repago», analizó. «Aquí es donde la banca ha evolucionado mucho y piensa en el cliente y no en el negocio», aseveró González-Bueno.

En la misma línea, Manuel Menéndez apuntó que la solución para este segmento de clientes más vulnerables «no es topar las hipotecas». «Creo que tenemos que analizar los casos particulares de esa situación y buscar soluciones con el cliente. Tenemos experiencia de la crisis anterior, todos hemos aprendido», aseveró.

Respecto al gravamen a la banca que pretende aplicar el Ejecutivo, otro de los temas más polémicos para el sector que está en la actualidad sobre el tablero, Gonzalo Gortázar, cuestionó que la tasa grave los ingresos de las entidades y no el beneficio. El banquero aseguró que si las previsiones del Banco de España sobre que la banca podría tener impactos negativos por la adversa situación económica se materializan, no tendría sentido gravar la facturación de un banco cuando su rentabilidad es menor o incluso su resultado es negativo. «Es un sinsentido», destacó. Menéndez aseguró que la subida de los tipos de interés es una normalización y, por tanto, «no es razonable pensar que nos estamos beneficiando de esta crisis». El Ejecutivo ampara el gravamen en que la subida de tipos dejará beneficios «extraordinarios» en los bancos.

El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, se mostró cauto sobre si la banca recurrirá el tributo ya que señaló que primero tiene que haber una norma. No obstante, aseguró que el deber fiduciario de los bancos es defender a los accionistas. «Y lo vamos a cumplir si creemos que la forma de articular el proceso no respeta, discrimina y tiene elementos cuestionables«, puntualizó.

González-Bueno también se manifestó en contra el tributo del Ejecutivo que pretende gravar el 4,8% de los ingresos de las entidades que superen más de 800 millones de euros. El banquero aseguró que el sector ya paga más impuestos que otras grandes compañías y, no obstante, si van a poner en marcha la tasa, su articulación debería seguir cauces ordenados, de todo derecho y hacerse con luces y taquígrafos. «Debe ser temporal porque si no se produce un desajuste en la confianza en los mercados, el coste de capital por este factor estimamos que ya ha subido un 1% y es por la incertidumbre, por la inseguridad jurídica, no por el peso del impuesto», señaló.

Por otro lado, respecto a qué umbral podría llegar el euríbor ante su vertiginosa escalada, Gortázar señaló que «nadie lo sabe», aunque la curva futura apunta a que podría cerrar el año cerca del 3% y estaría en ese entorno en 2023. Álvarez recordó que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya apuntó a un alza de tipos del 2,5%, aunque mostró sus dudas de que realmente lleguen a ese nivel.

De momento, los banqueros aseguran que, pese a las subidas de tipos ya hechas y a la incertidumbre económica, no están percibiendo un repunte de la morosidad. «Estamos poco preocupados y eso nos sorprende, de momento no se nota nada, ni en particulares ni en empresas», dijo González-Bueno. El consejero delegado del Sabadell, a su par, descartó que la banca esté cerrando el grifo del crédito y consideró que, incluso en algunos casos, es previsible que aumente porque hay muchas empresas que antes emitían bonos y ahora están volviendo a la deuda bancaria. Finalmente, Álvarez defendió que la banca española tiene un buen nivel de provisiones para cubrir riesgos, más que la europea, pese a los continuos mensajes de prudencia de los supervisores.

Por su parte, Diego López Abellán, de Accenture, destacó que la banca está haciendo unas inversiones en un mundo más dependiente de la digitalización muy adecuadas y con acento en el cliente. «Está personalizando los productos y servicios para esa nueva generación, hasta extremos que el cliente puede tomar decisiones sobre las tarifas», señaló. Desde el punto de vista de la experiencia, López Abellán señaló que el sector financiero tradicional compiten mejor que el mundo fintech, que ya se ha quedado anticuado. No obstante, destacó que aún ve retos por delante para las entidades como en el sector de los pagos o de las monedas digitales.

Descartan ‘guerra’ de depósitos

A pesar de la subida de los tipos de interés (han avanzado desde julio un 1,25% y se prevé que sigan hasta el 2,5%), la banca descarta una guerra de depósitos. César González-Bueno aseguró que en la actualidad el balance de la banca está muy equilibrado sin necesidad de captar pasivo para dar financiación, mientras que Menéndez, en la misma línea, dijo que «hay mucha liquidez en el sistema». Por su parte, Gortázar aseguró que hay alternativas más rentables para el ahorro de los usuarios que el depósito a plazos. «Tenemos un abanico de productos de ahorro que da retornos a medio y a largo plazo mucho mejores, como pueden ser los fondos de inversión», señaló el primer espada de CaixaBank.