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Ordena tu nevera, conserva tus alimentos y reduce el desperdicio siguiendo estos pasos

Ordena tu nevera, conserva tus alimentos y reduce el desperdicio siguiendo estos pasos

Cuando llegamos a casa de hacer la compra, tratamos de clasificar los alimentos en productos o preparados que no necesitan frío, alimentos refrigerados y alimentos congelados. Si no sabemos dónde colocarlos, siempre es útil fijarse en la etiqueta, que informará del modo de conservación más adecuado.

Los alimentos que necesiten frío para su conservación deben ser guardados con rapidez para mantener la cadena de frío. No es recomendable tenerlos demasiado tiempo en la bolsa de la compra. Esto es importante no sólo para preservar la calidad, propiedades nutritivas y organolépticas de los productos alimenticios, sino también para mantener al alimento en condiciones adecuadas de seguridad, recuerda la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Otro cantar es la temperatura ideal de refrigeración. Según la agencia reguladora, esta debe oscilar entre 0 y 5ºC. El motivo: entre los 5ºC y los 65ºC, la mayoría de microorganismos potencialmente patógenos crecen rápidamente y se multiplican en muy poco tiempo. Sin embargo, no hay que olvidar que el frío no destruye los microorganismos, pero sí hace más lento o detiene su desarrollo.

Ordena tu nevera siguiendo unos sencillos pasos

Con estos conceptos básicos asentados, la AESAN propone que ordenemos los alimentos en el frigo de la siguiente manera:

  • En el estante superior: alimentos cocinados (sobras de comida envasadas, recipiente con conservas no utilizadas en su totalidad, etc)
  • En el estante del centro: huevos, productos lácteos y embutidos
  • En el estante inferior: alimentos crudos: carne, ave y pescado siempre envasados y separados adecuadamente. También los productos en descongelación, así evitaremos goteos y derrames.
  • En la puerta: bebidas o alimentos con un consumo frecuente, como leche, refrescos o zumos.
  • En el verdulero: siempre frutas y verduras.

No vale con colocarlo todo a las mil maravillas, también hay que utilizar recipientes que protejan y cubran el alimento bien. Los alimentos que se quieran descongelar deben colocarse en envases tapados y situarse en el estante inferior para que el exudado que desprenden las carnes o pescados no caiga encima de otros alimentos y los contamine.

Además, es importante un mantenimiento del frigorífico. Por eso, es aconsejable limpiar con frecuencia el interior de la nevera y siempre que se produzcan derrames o goteos. Y una máxima a la hora de elegir alimentos: lo primero que entra es lo primero que sale. De esta manera, consumiremos primero aquellos productos con una fecha de caducidad más próxima.

Reducir el desperdicio alimentario

No es casualidad que las autoridades sanitarias insistan en poner en práctica el First in, First out (lo primero que entra es lo primero que sale), porque estaremos contribuyendo a reducir el desperdicio alimentario.

Entendemos por desperdicio alimentario aquel conjunto de alimentos descartados de la cadena que siguen siendo perfectamente comestibles y adecuados para el consumo humano y que, a falta de posibles usos alternativos, terminan eliminados como residuo. Para hacerse una idea de la dimensión del problema, solo hay que atender a las cifras: un tercio de los alimentos producidos se pierde o se desperdicia en el mundo para el consumo humano, aproximadamente 1.700 millones de toneladas al año.

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