Este año ha estado marcado por la inflación, la subida de los precios y la crisis energética como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania. En este escenario, y como medida de protección de los consumidores, el Gobierno de España decidió fijar el precio de la bombona de butano en 19,55 euros hasta el 31 de diciembre, un valor que supera el máximo histórico de 17,50 euros que se registró en 2013 y 2014.

El pasado 25 de junio, el Ejecutivo de Pedro Sánchez, mediante el Real Decreto-ley 11/2022, aprobó de urgencia la congelación de los gases licuados de petróleo en envases de 8 Kg a 22 Kg. La medida se aplicó después de que en enero del presente año el valor de la bombona de butano superase el máximo histórico.

Por esta situación, miles de familias españolas que usan la bombona como una herramienta doméstica esencial, decidieron racionar el gas debido a los altos precios, incluso con el valor fijo, al no tratarse de una «gran rebaja».

Hace un año, este imprescindible de las casas españolas promedio costaba 16,13 euros e incluso llegó a los 13 euros. Sin embargo, en otros años el precio era altamente inferior. En 2009 los registros muestran que costaba tan solo 10,50 euros. Desde el 1 de enero de 2023, la cifra fijada hasta fin de año podría seguir escalando como consecuencia del incremento del hidrocarburo y del propano.

Rechazo a la reducción del IVA en las bombonas de butano

En este contexto, el Gobierno ha descartado una reducción del IVA en las bombonas de gas butano y propano desde el 21% hasta el 5%, acorde con la rebaja aprobada recientemente para el gas, y confía en que el precio tope fijado en el decreto ley sea suficiente para evitar subidas descontroladas.

En una respuesta registrada en el Congreso, el Ejecutivo explica que es una directiva europea la que dispone que los Estados miembros podrán aplicar un máximo de dos tipos reducidos no inferiores al 5% y se aplicarán únicamente a las entregas de bienes y a las prestaciones de servicios expresamente relacionados.

Precio fijo antes que impuestos

«Entre dichas categorías no se incluyen los gases licuados del petróleo entre las categorías de bienes a las que se puede aplicar un tipo reducido del impuesto», argumenta el Gobierno, indicando que es por ello por lo que «no es posible una reducción del tipo del IVA a las bombonas de gas butano y propano».

No obstante, en su respuesta, el Ejecutivo recuerda que mediante las medidas desplegadas para responder a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania se estableció una limitación del precio máximo de venta, antes de impuestos, de los gases licuados del petróleo envasados.