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Qué es la sal oculta y dónde podemos encontrarla

Qué es la sal oculta y dónde podemos encontrarla

La sal es uno de los ingredientes más polémicos en el mundo de la nutrición, puesto que su ingesta elevada puede provocar numerosas enfermedades metabólicas, en especial  hipertensión arterial y cardiopatías. Sin embargo, este condimento compuesto por cloro y sodio es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, tanto por su función regulatoria de los líquidos como por su rol en los procesos de transmisión nerviosa.

La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir entre dos y cinco gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharadita de café. Sin embargo, actualmente sobrepasamos este límite con creces, ya que en España se consume de media nueve gramos de sal al día.

El problema que ha despertado las alertas de las autoridades sanitarias, no se debe a la sal que añadimos conscientemente al cocinar, sino a la sal que se encuentra oculta en los productos que compramos en el supermercado. Por ello, para evitar superar el límite recomendado, no solo debemos sacudir menos el salero, sino saber identificar qué alimentos ocultan la sal entre sus ingredientes sin que lo percibamos.

Cómo identificar la sal oculta en los alimentos

Si no quieres superar la ingesta de sal recomendada o te interesa saber cuánta consumes, la respuesta está en la etiqueta de los alimentos. Concretamente, en el apartado de la información nutricional, que suele mostrarse una tabla con cantidades por cada 100 gramos de alimento.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, un producto contiene exceso de sal a partir 1,25 gramos por cada 100 gramos de alimento. Por el contrario, es bajo en sal cuando la cantidad sea de 0,25 gramos por cada 100 gramos.

Adicionalmente, existen ciertas etiquetas alimentarias sobre la sal que están recogidas en el Reglamento Europeo 1924/2006, por ejemplo:

  • Contenido reducido en sal: si el producto tiene una reducción del 25% de sal en comparación con otro producto similar.
  • Bajo contenido de sal: si el producto no contiene más de 0,3 gramos de sal por 100 gramos o por 100 mililitros.
  • Muy bajo contenido de sal: si el producto no contiene más de 0,1 gramos de sal por 100 gramos o por 100 mililitros.
  • Sin sal: si el producto no contiene más de 0,0125 gramos de sal por 100 gramos.

Alimentos que contienen más sal en su composición 

Los alimentos con un enorme contenido de sal y que no se ajustan a las recomendaciones de las autoridades sanitarias son:

  1. Ultraprocesados: aperitivos salados y dulces, platos precocinados, encurtidos, carnes procesadas, salsas industriales, patés, enlatados, sopas de sobre, caldos o cubitos.
  2. Embutidos: todos los embutidos llevan sal, porque forma parte de su proceso de curado.
  3. Pan: una rebanada puede contener hasta 400 miligramos de sal.
  4. Quesos: la leche contiene sal y al formar el queso por fermentación, se concentra el cloruro sódico, cuando no sucede, se le añade expresamente.
  5. Carnes frescas: contienen el sodio que procede del músculo y el que se añade al consumirlo.
  6. Legumbres cocidas y envasadas: contienen una cantidad de sal excesiva, que los fabricantes utilizan para conservar y para hacer el producto más gustoso. 
  7. Mantequilla o margarina: al untar una tostada con una ligera capa de mantequilla o margarina estamos consumiendo 200 miligramos de sal.
  8. Salmón ahumado: en tres lonchas finas de salmón ahumado listas para consumir hay casi la mitad del sodio que puedes consumir en un día.
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