Así lo advierte en un comunicado en el que explica que, “no se trata de sanciones reales” impuestas por los ayuntamientos sino “fotocopias”. En la parte frontal, el papel muestra el logotipo del consistorio, el detalle de una “presunta” infracción en materia de seguridad vial, la cuantía de la sanción y el importe de reducción por pronto pago, así como un código QR para realizar dicho pago. Y ahí es donde está precisamente el engaño. El código QR nos lleva a realizar un pago a los presuntos estafadores.

En este sentido se recomienda que, en ningún caso, se escanee dicho QR y pide a las entidades locales que hagan seguimiento y persecución de los delitos asociados con este posible fraude. Junto a ello, reclaman la realización de campañas informativas para evitar que los ciudadanos caigan en esta trampa.

Los códigos QR se han convertido en algo habitual en muchos ámbitos y los ciberdelincuentes se están aprovechando de este sistema. La Policía Nacional lleva tiempo advirtiendo de que los estafadores utilizan estos códigos en cartas de bares y restaurantes, así como en algunos carteles de actividades extraescolares colocados cerca de colegios. Los malhechores actúan pegando estos códigos fraudulentos sobre el original de un menú o de un anuncio para robar datos personales o bancarios.