Alerta por intentos de estafa: la DGT nunca notifica multas a través de SMS o email
La ciberdelincuencia se adapta y evoluciona constantemente, utilizando técnicas cada vez más sofisticadas para engañar a los usuarios españoles, también el sector del motor. Uno de los métodos más comunes es el phishing, una forma de fraude que emplea correos electrónicos falsos para instalar software malicioso o robar información personal. En este contexto, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha sido frecuentemente utilizada como cebo, y es crucial destacar que la DGT nunca notifica multas a través de correo electrónico.
Phishing: la amenaza constante
Cada cierto tiempo, redes de malhechores lanzan campañas de phishing, enviando correos electrónicos que simulan ser de la DGT para notificar a los usuarios sobre supuestas multas de tráfico. «La DGT no comunica multas por e-mail», aclara la propia entidad. Estos correos fraudulentos intentan engañar a los destinatarios para que descarguen archivos adjuntos o hagan clic en enlaces maliciosos, lo que puede resultar en la instalación de software dañino o la extracción de datos personales y financieros.
Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), estos correos falsos utilizan técnicas de suplantación de identidad (email spoofing) para parecer legítimos. «Se envían correos con remitente falso para enviar spam, difundir malware o llevar a cabo ataques de phishing y suplantar la identidad de directivos de la empresa, proveedores, clientes, etc.», advierte el INCIBE.
Cómo detectar correos electrónicos sospechosos
El INCIBE proporciona una serie de recomendaciones para identificar y evitar correos electrónicos peligrosos:
No abrir correos de usuarios desconocidos o no solicitados, y eliminarlos directamente.
No contestar en ningún caso a estos correos.
Desconfiar de los enlaces acortados.
Desconfiar de los archivos adjuntos, aunque parezcan ser de contactos conocidos.
Revisar los enlaces antes de hacer clic, incluso si parecen provenir de contactos conocidos.
Mantener siempre actualizados el sistema operativo y el antivirus, y asegurarse de que esté activo.
Utilizar contraseñas robustas y no conceder permisos de administrador a cuentas de usuario.
Ante la mínima duda, es crucial analizar detenidamente el correo. Si ya se ha descargado y ejecutado un archivo sospechoso, se recomienda escanear todo el equipo con el antivirus y seguir las instrucciones proporcionadas para eliminar cualquier posible malware.
Pistas para identificar correos fraudulentos
Los métodos de los ciberdelincuentes son cada vez más sofisticados, lo que puede dificultar la distinción entre un correo legítimo y uno fraudulento. Sin embargo, existen ciertas señales que pueden ayudar:
Información en las cabeceras de los correos: Con herramientas como MessageHeader, es posible verificar si el correo pasó por muchos servidores antes de ser entregado, lo cual puede indicar fraude.
Concordancia del dominio: Verificar que el dominio del remitente coincida con el emisor del mensaje recibido. La no coincidencia es una señal de alerta.
Uso de americanismos o faltas de ortografía: Estos son indicativos comunes de correos fraudulentos.