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¿Comida saludable o calorías disfrazadas?

¿Comida saludable o calorías disfrazadas?

En los tiempos que corren, no cabe duda de que la preocupación por la alimentación saludable ha crecido exponencialmente. Esto ha obligado a las grandes franquicias de comida rápida a introducir en sus cartas una serie de guiños al público más preocupado por su dieta. Sin embargo, la realidad es que nos estamos perdiendo algo.

Así, podemos afirmar que hoy en día no existe ninguna cadena de restaurantes de comida rápida que no ofrezca opciones saludables en sus menús. Esto sería algo maravilloso si realmente esa comida fuera del todo saludable pero, lamentablemente, en la mayoría de ocasiones, solo nos venden una imagen, si nos paramos a analizarla detenidamente, nos damos cuenta de que no se ajusta para nada a la realidad que nos intentan vender.

Nada es lo que parece

Cuando pensamos en una ensalada, realmente queremos creer que estamos ante un alimento saludable, natural y sin apenas ingredientes procesados pero, por desgracia, la gran mayoría de ensaladas que ofrecen en estos restaurantes de comida rápida, suelen ser auténticas bombas calóricas que venden como saludables.

Por ejemplo, si nos paramos detenidamente a analizar los ingredientes y los valores nutricionales de una ensalada de pollo crujiente comercializada en una de las hamburgueserías con mayor repercusión en nuestro país, podemos encontrarnos con la siguiente descripción: “Base de ensalada acompañada de pollo crispy, queso en láminas y croutons”. ¿A que a simple vista parece que si nos decantamos por esta opción estaremos optando por una alternativa saludable? Pues ojalá, pero no. Si nos vamos a sus valores nutricionales, podemos ver como las calorías que contiene suben hasta las 351 Kcal por porción, de las que 23 gramos son proteína, 22 gramos hidratos de carbono y hasta 18 gramos de grasa! Pero si miramos la hamburguesa básica de la misma cadena, hecha con pan, kétchup, mostaza, cebolla, pepinillos y carne, nos encontramos con que la ingesta calórica baja a las 253 Kcal por porción, de las que 13 gramos son proteína, 30 hidratos de carbono y 8,5 grasa.

Asimismo, otra de las hamburguesas más básicas de este restaurante fast food, la cheeseburger, también tiene un contenido calórico menor que la ensalada que hemos puesto de ejemplo con 302 kcal por porción, de las que 16 gramos son proteínas, 31 gramos hidratos de carbono y 12 gramos de grasa.

Tampoco podemos olvidarnos de los alimentos a los que optan por ponerle el apellido “vegetal” o “100% vegetariano”. Por regla general, tendemos a asociar estos conceptos con algo más sano y natural, pero nada más lejos de la realidad. Solo estaríamos ante otro caso de “lavado de imagen” que este tipo de cadenas de comida rápida lleva a cabo para ampliar su oferta y llegar a todos los consumidores del mercado. Para ilustrarlo mejor, nos desplazamos digitalmente hasta otra de los restaurantes o hamburgueserías con más renombre a nivel mundial. No hace falta bucear mucho en su página web para toparnos con las “opciones saludables” que ofrecen y que llevan el apellido “vegetal” por bandera.

En este sentido, la hamburguesa más vendida de esta cadena en su versión normal está compuesta por pan de hamburguesa, cebolla, kétchup, mayonesa, pepinillo, lechuga, tomate y carne, mientras que la versión “vegetal” tiene los mismos ingredientes pero la carne está hecha “a base de plantas” tal y como especifican en su web, lo que puede inducirnos a error y pensar que realmente es más saludable que la misma hamburguesa en su versión de toda la vida. Esta hamburguesa tiene una aportación calórica de 640,3 Kcal frente a su homónima en versión ”vegetal” con 604,7 Kcal por porción, es decir solo 35,6 Kcal menos que la versión normal. ¿A que lo vegetal ya no parece tan sano cómo intentan hacernos creer? 

Por otro lado, las pizzas también son sinónimo de comida rápida por excelencia, En este sentido, hemos querido resaltar el “invento” que la gran mayoría de pizzerías fast food han incorporado a sus cartas: la pizza de ensalada. En una de las pizzerías con más repercusión a día de hoy, nos hemos topado con una Pizza “César Deluxe” que ha sido incluida en su página web dentro del apartado de “los más naturales” el cuál describen como la sección apropiada para los amantes del verde y de los vegetales.  Hasta aquí todo bien, ya que parece indicar que si optamos por estas opciones estaremos comiendo una pizza pero que será mucho más saludable que si nos decantamos por las otras pizzas que no llevan el apellido vegetal, verde o natural. Nuevamente nada más lejos de la realidad. Si acudimos a los valores nutricionales de esta opción healthy y natural nos encontramos con que el aporte energético es un 26% más que si optáramos por la típica pizza barbacoa, pasando de contener 205 Kcal por cada 100 gramos esta última a 258 Kcal que presenta la fusión de pizza y ensalada mencionada anteriormente. Pero ¿no habíamos quedado en que estaba dentro de “las más naturales”?

No es solo cosa de adultos

No podemos olvidarnos de que la prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España es actualmente de un 14,2%, una de las más altas de Europa. España se encuentra solo por detrás de Grecia con un 18% y de Italia con un 15,2% y algunos factores que influyen en el sobrepeso de la infancia son los hábitos alimenticios y el sedentarismo.

En este sentido, hemos querido comprobar si, en los restaurantes de comida rápida, también se daba la casuística expuesta anteriormente y si realmente la comida “para niños” que se comercializa en estas cadenas de restauración como “más saludable” realmente lo es. Para ello, nos hemos centrado en los “menús infantiles” de cada una de los restaurantes analizados y los resultados, lamentablemente, han seguido la misma línea que para los adultos.

Un menú infantil de una de las cadenas de comida rápida más populares está compuesto por hamburguesa, acompañante, bebida y postre. Bien, pues solamente la hamburguesa que está compuesta, según indican en la web, por pan, carne y kétchup, tiene un aporte nutricional de 242,7 Kcal, frente a la hamburguesa básica que mencionamos al comienzo de este informe de la misma cadena de comida rápida que tiene 253 Kcal, es decir, solamente 10,3 Kcal menos. Algo que realmente nos llama la atención pues el valor energético no debería ser similar para un niño que para un adulto. Esto sin contar con que el mencionado menú también se incluye como acompañante patatas pequeñas o aros de  cebolla, bebida y un postre a elegir. Nos llama poderosamente la atención que entre los postres que se pueden seleccionar no encontremos nada de fruta, salvo una compota esencial de manzana con 12,9 gramos de azúcar por porción, siendo el resto de opciones a elegir helados, yogures bebibles azucarados o huevos de chocolate.

En este sentido nos sorprende, y no gratamente, la falta de opciones “saludables” que este tipo de restaurantes de comida rápida tienen para los más pequeños, limitándose a alimentos hipercalóricos, con un contenido en azúcar y grasas muy elevado y con un bajo nivel nutricional, que hace que sean una alimentación muy poco recomendable para nuestros pequeños.

Conclusión

Hemos comprobado como las alegaciones saludables que utilizan los diferentes restaurantes de comida rápida que hemos analizado en nuestro estudio, pueden ser un arma de doble filo para los consumidores, puesto que si no estamos correctamente informados y solo nos quedamos con las palabras vacías que utilizan para diferenciarse e introducirse en nuevos sectores de mercado, estaremos expuestos a consumir un tipo de alimentación que creemos a pies juntillas que es saludable pero que no se ajusta a la realidad de lo que verdaderamente es: comida rápida y, por regla general, con escaso aporte nutricional.

Como siempre, la letra pequeña del “contrato” es la que nos va a dar realmente los detalles. Y, en el caso de los alimentos comercializados por estas cadenas de comida rápida, la letra pequeña es el etiquetado de ingredientes y el etiquetado nutricional que podemos solicitar en el establecimiento o consultar a través de la página web del restaurante en cuestión. 

Nos vemos obligados a recordar que la publicidad veraz, leal y honesta, es un derecho fundamental que tenemos todos los consumidores. Por eso, hemos denunciado que la publicidad que las grandes cadenas de comida rápida hacen de sus productos “saludables” es desleal e infringe la normativa vigente, pues de lo que dicen y de cómo lo dicen (con colores verdes, ilustraciones de plantas, nombres que sugieren lo natural o sano), se deduce que quien consume esos alimentos, consume salud. Y no hay nada más lejos de la realidad, pues lo único cierto es que son poco menos perjudiciales que el resto de su oferta. Nada más.

Para que el consumidor pueda acceder a una información de calidad, se hace necesario la aprobación de normas que regulen la publicidad de alimentos y bebidas “insanas” dirigidas a niños y jóvenes, ya que hoy por hoy, esta invulnerabilidad informativa, hace que el consumidor no sepa si lo que está comiendo realmente es saludable.

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