Cómo comprar pescado sostenible sin que nos engañen
En su informe sobre el ‘Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2022’ (también conocido como SOFIA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destaca que “el interés mundial por el pescado y los productos pesqueros no muestra signos de desaceleración”.
Así mismo, destaca que “el considerable crecimiento de la acuicultura ha llevado la producción pesquera y acuícola mundial a un máximo histórico, por lo que los alimentos acuáticos realizan una contribución cada vez más decisiva a la seguridad alimentaria y la nutrición en el siglo XXI”.
En este contexto de demanda al alza, y con una mayor participación en el mercado global de los países emergentes de Asia, la preocupación tanto de la FAO como de las principales asociaciones ecologistas (Greenpeace y WWF) se sitúa en el aumento del porcentaje de capturas ilegales, las malas condiciones de las piscifactorías, la sobrepesca de caladeros o la falta de control en aguas territoriales de países del Tercer Mundo de las prácticas de pesca más agresivas con el medio, como el arrastre de fondo.
Según datos de la página del Objetivo Desarrollo Sostenible 14, un proyecto de Naciones Unidas, (ODS 14), “en todo el mundo, la proporción de la población de peces marinos en niveles biológicamente sostenibles disminuyó del 90% en el año 1974 al 67% en 2015”.
Por otro lado, siempre según ODS 14, “la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), sigue siendo una de las mayores amenazas para los ecosistemas marinos” y además “el 38% de todo el pescado capturado o cultivado se comercializa internacionalmente”, lo dificulta su control y rastreo.
Respecto a las organizaciones ecologistas, Greenpeace es especialmente crítica: “un 80% de las poblaciones de peces en el Mediterráneo están sobreexplotadas, y el 40% de los peces de aguas europeas en el Atlántico también. Y al llegar a estos niveles, ¿qué ha hecho la flota europea? Irse a pescar a aguas de otros continentes…” La ONG añade: “si continuamos arrasando los océanos, nos enfrentaremos a una crisis triple: ecológica, social y económica”.
Por su parte WWF apunta directamente a nuestro país: “España tiene una gran responsabilidad en la conservación de los recursos pesqueros como país gran consumidor de pescado, ya que somos uno de los mayores demandantes de pescado y marisco, con 40 Kg por habitante y año”.
Con este panorama, como consumidores, no podemos evitar nuestra responsabilidad a la hora de hacer que el sector pesquero o bien siga viajando hacia la insostenibilidad o bien cambie de rumbo y aplique prácticas cada vez más sostenibles tanto en las capturas como en la acuicultura.
Tenemos en la mano conseguirlo, o al menos intentarlo, mediante la elección exclusiva de pescado sostenible en nuestras compras. Y con ello no solo ayudamos al medio marino, sino que también contribuimos a largar la vida económica del sector.
Así lo certifica la propia Greenpeace cuando asegura que “el sector pesquero ha sufrido una caída del empleo en las últimas décadas y si continuamos con el actual modelo de pesca insostenible, en 2024 se habrán perdido 14.000 empleos más con respecto a 2012”.
¿Cómo identifico el pescado sostenible?
Por lo tanto, queda claro que una decisión de compra enfocada al pescado sostenible es la solución. Pero, ¿cómo lograrlo? En principio deberíamos tener alguna guía de lo que entendemos por pescado sostenible.
En cuanto a la pesca se basaría eón las siguientes premisas:
- Que en el caladero haya suficientes peces disponibles para realizar una pesca sostenible, es decir que no haya una sobrepesca.
- Que la pesca no tenga impacto en el medio ambiente marino ni en otras especies como mamíferos marinos, aves y corales.
- Que haya una buena gestión de los métodos de pesca y una mínima degradación del medio ambiente marítimo.
Para la acuicultura, en cambio se emplea el concepto de pescado ecológico, que exige que:
- La alimentación que reciben estos peces debe ser saludable y equilibrada. Los peces se alimentan de piensos ecológicos certificados que no incluyen harinas cárnicas modificadas ni OMG, sino únicamente plantas ecológicas, vitaminas y minerales.
- El pescado ecológico tiene totalmente prohibido el uso de estimuladores del crecimiento, aditivos, medicamentos, colorantes químicos sintéticos o cualquier tipo de hormona sintética.
- Los peces orgánicos o ecológicos tienen más espacio en su jaula para garantizar su comodidad, su salud y su bienestar.
- Los pescados ecológicos tienen que cumplir un sistema de producción sostenible que garantice el respeto con el medio ambiente.
Sellos de certificación
Existen sellos que nos garantizan que estamos comprando pescado sostenible, si bien no son la única alternativa y además es mucho más frecuente encontrarlos en grandes superficies y distribuidores que en pequeñas pescaderías que muchas veces es se nutren de pesca artesanal.
El más extendido de todos ellos es el sello MSC o Marine Stewardship Council, al que se habían acogido la mayor parte de las grandes flotas que sirven a las principales cadenas de distribución, lo cual asegura que una porción muy importante del consumo pesquero es sostenible.