¿Cuáles son nuestros derechos al comprar artículos de segunda mano?

La adquisición de productos de segunda mano está aumentando. Los motivos son varios: ahorro económico; por darle una segunda vida útil, desde una visión más ecológica, a un producto que aún está en buen estado; o por la actual problemática de escasez de materias primas: plástico, juguetes y microchips electrónicos para móviles, consolas, etc.

En todo caso, habrá que diferenciar entre si la compra es a una empresa que se dedica a la venta de bienes de segunda mano (online u offline) o si lo adquirimos de un particular que decide vender un producto suyo que ya no necesita.

Si adquirimos el producto de una empresa, tal y como establece la normativa de Defensa de los Consumidores y Usuarios, el vendedor deberá responder de las faltas de conformidad que se manifiesten en el plazo de un año. Durante los primeros seis meses se presume que la falta de conformidad ya existía cuando el artículo se entregó. Si el producto es defectuoso, el comprador podrá solicitar la reparación gratuita del producto, incluyendo especialmente los gastos de envío, mano de obra y materiales. En caso de no ser posible la reparación o de no llevarse a cabo en un plazo razonable, el consumidor podrá exigir la rebaja del precio o la resolución del contrato.

Si hemos adquirido el producto por compra online, telefónica o fuera del establecimiento habitual del comercio, es importante indicar que el consumidor dispone de un plazo de 14 días naturales para poder desistir de la compra del producto.

Si por el contrario adquirimos el producto de un particular, en ese caso no sería de aplicación la normativa de Defensa de los Consumidores y Usuarios. Estaríamos ante un contrato civil entre dos particulares y sería de aplicación la normativa del Código Civil, existiendo entonces el derecho a reclamar el saneamiento por los vicios ocultos que pueda tener el producto. El plazo legal para reclamar es de 6 meses a nivel estatal. En este caso es importante indicar que, si hemos contactado con el particular a través de alguna plataforma de internet, es aconsejable utilizar los sistemas de pago que pone a disposición la propia plataforma para así evitar ser víctimas de engaños.