Cuidado con las estafas «tipo Bizum», suelen ser transferencias irreversibles
El modus operandi es sabido y lo vemos repetido de forma recurrente: el estafador se hace pasar por un familiar de la víctima, generalmente uno de los hijos, y pide dinero inmediato porque está en apuros. Movido por la urgencia, el afectado hace una transferencia exprés, de las que facilita el banco o a través de la pasarela de Bizum, y ya no hay marcha atrás; puede perder miles de euros en un instante. Ante este fraude, advertimos que esta tipología de transferencias, a diferencia de la estándar, es irreversible en el momento en que se emite.
El nuevo reglamento de la UE, aprobado hace unos meses, obliga a los bancos a ofrecer este tipo de transferencias inmediatas, como máximo en 10 segundos, a cualquier hora del día, todos los días de la semana, y a un precio que no puede ser superior al aplicado a las transferencias ordinarias.
Las transferencias ordinarias, sin embargo, pueden ser anuladas, siempre y cuando no se hayan ejecutado y el dinero siga en la cuenta del cliente, tanto si se trata de transferencias SEPA como internacionales. Cada banco tiene su hora de corte para el envío del dinero, que oscila entre las 11:00 y las 14:00h, de lunes a viernes. Si la transferencia se ha realizado fuera de esa horquilla, el cliente dispone de varias horas para anularla, hasta el día siguiente. No ocurre lo mismo con las transferencias inmediatas, que tardan en hacerse efectivas 10 segundos, o cuando el dinero ha salido ya de la cuenta del cliente.
Por tanto, ¿qué podemos hacer para evitar estas estafas? Hay que tener mucha precaución dado que juegan con la urgencia y necesidad del afectado. Nos tenemos que cerciorar de la identidad real de quien envía estos mensajes, a menudo a través de mensajes de texto, nunca llamadas personales y evitar enviar dinero de forma instantánea si no estamos seguros de la identidad exacta de la persona destinataria del mismo.
Para reforzar la seguridad, precisamente, el reglamento europeo incide en que se desarrollen sistemas de seguridad que ayuden a comprobar y confirmar de forma clara el destinatario de la transferencia. Es decir, los bancos están obligados a establecer protocolos como mostrar expresamente el destinario, titular de la cuenta, justo antes de proceder a verificar el envío.