Cuidado con las peticiones con programas de escritorio remoto: Podría ser una estafa
La Policía Nacional advierte sobre el incremento de las ciberestafas en las que intervienen programas de control remoto de dispositivos como AnyDesk, TeamViewer, Splashtop…
En todos los casos el modus operandi es el mismo. Los estafadores contactan a sus víctimas a través de dos vías: anuncios en periódicos digitales de confianza con llamativos titulares falsos.
Una vez contactados, los cibercriminales, que se hacen pasar por agentes de inversiones o traders, nos ofrecen productos de alta rentabilidad con una inversión insignificante. De este modo nos demuestran lo rápido y sencillo que se puede ganar dinero con ellos. En pocas semanas nuestra pequeña inversión ha crecido de manera espectacular. Para darle mayor credibilidad nos muestran gráficas de sitios webs falsos y nos dicen que invirtiendo más los beneficios serán todavía mayores. En algunas ocasiones incluso pueden transferir las falsas ganancias a las víctimas para demostrarles lo sencillo que es recuperar lo invertido.
Posteriormente los delincuentes pueden solicitar todo tipo de documentación a los perjudicados. DNI, nóminas, pensiones, contratos de luz o agua, cuentas bancarias… y les piden que les den acceso a sus dispositivos electrónicos a través de aplicaciones de control remoto como ANYDESK o TEAMVIEWER.
Al darles acceso, los criminales tienen total libertad para visualizar toda la información contenida en su teléfono o su ordenador, incluyendo datos personales o bancarios que utilizarán para su provecho.
Se ha detectado que una vez tienen acceso a nuestro dispositivo, los estafadores usan toda la información para crear cuentas a nombre de las víctimas en portales como BINANCE, COINBASE, KRAKEN o KUCOIN, y es a esas cuentas donde transfieren los fondos de los damnificados para blanquearlos y convertirlos en criptomoneda, o transferirlos a otros países para dificultar su trazabilidad.
Además, al haber facilitado su información personal, los perjudicados pueden ser víctimas de usurpaciones de identidad en la creación de otras cuentas financieras que los criminales usan para blanquear el dinero de otras estafas. De este modo, al investigar ese nuevo delito, los cuerpos policiales pueden llegar a pensar que el autor es la víctima del primer hecho. Todo ello puede generar en los damnificados, además de un perjuicio patrimonial, un verdadero problema judicial.
Se da la circunstancia de que tiempo después de consumarse el delito, los criminales vuelven a contactar con las víctimas haciéndose pasar por abogados o especialistas informáticos capaces de recuperar su dinero a cambio de otra suculenta cantidad. Incluso se han llegado a detectar situaciones en las que los estafadores ofrecían a los perjudicados la posibilidad de recuperar su dinero a cambio de que les permitan usar sus cuentas bancarias para mover otros fondos.