Deberías borrar todas las cuentas online que ya no utilices
A veces nos relajamos demasiado con la actividad que tenemos en la red. No nos damos cuenta de que todo deja huella y que, además, nos estamos exponiendo si no vamos cerrando todas las puertas que abrimos. Quizá no te parezca un problema hoy, pero en el futuro, la pereza de no cerrar tus cuentas te podría meter en apuros.
Lo primero de todo es porque, en mayor o menor medida, con cada cuenta que abres estarás dejando unos datos concretos en la base de datos de la web, servicio o programa que hayas utilizado. La información que compartirás será más o menos voluminosa, pero datos seguro que estás dejando. Puede ser tu nombre, tus apellidos, tu fecha de nacimiento o incluso aspectos más sensibles como el número de tarjeta virtual o de crédito.
Entre los más habituales se incluyen el nombre y la fecha de nacimiento, dos campos de información que, en malas manos, te podrían dar muchos dolores de cabeza. Por supuesto, el número de la tarjeta es lo peor de todo, pero, por suerte, no suele ser aquello que introduzcamos a la ligera. El problema de ir dejando esos cadáveres digitales a nuestro paso es que, si algún día se produce una filtración de datos del servicio en cuestión, estaremos arriesgándonos a que los ciberdelincuentes crucen esa información y nos metan en problemas. ¿Y si hemos utilizado la misma contraseña en varios lugares? O incluso sin haberlo hecho, no será nada positivo que haya delincuentes que conozcan nuestro nombre y apellidos, dirección de email o fecha de nacimiento.
Por suerte, hay formas de descubrir las cuentas antiguas. Una de ellas es acudiendo al administrador de contraseñas que tengas en tu navegador. Por lo general, este recuerda mucho más de lo que tú vas a recordar. Y cuando entres y mires, seguro que te sorprendes, puesto que hay algunas contraseñas y cuentas de usuario que lo más probable es que hayas olvidado por completo.
Luego ve a tus perfiles de redes sociales y comprueba qué apps o webs están autorizadas con tus cuentas de usuario. Es posible que hayas probado servicios entrando con tu cuenta de X o Facebook y que hayan quedado vinculadas. En estos casos también es muy importante que borres esos permisos para que no expongas la seguridad de tu presencia en las redes sociales.
Por último, también te recomendamos que eches un vistazo en tu correo electrónico, principalmente en la bandeja de entrada. Busca palabras específicas como “Bienvenido”, “Usuario” o “Tu cuenta”. Eso hará que te salgan muchos correos que en su momento te enviasen los servicios a los que te habías registrado. Luego solo tendrás que ir comprobando uno por uno hasta que lo hayas limpiado todo.