En 2021, las ventas de Comercio Justo han aumentado pero muy levemente, apenas 3 décimas porcentuales respecto al 2020. El ritmo de crecimiento que se venía registrando en los últimos años se ha frenado. “La crisis generada por la pandemia y la incertidumbre han ralentizado la apertura de nuevos espacios de consumo”, ha explicado Alberto Abad, presidente de la CECJ.

“Aún así, es importante destacar que pese al freno en el ritmo de crecimiento, las ventas se mantienen, lo que supone una muestra de la fidelidad que genera el Comercio Justo tanto para los consumidores como para las empresas”, ha añadido.

Con esta cifra global, el consumo medio por habitante en Comercio Justo durante 2021 en nuestro país fue de 3,04 euros, una cantidad muy similar a la del 2020 y que sigue alejada de las cifras de ventas registradas en otros países europeos.

El 79’4% de las ventas de Comercio Justo se produjo en los supermercados y grandes superficies, que aunque pierden 4 puntos porcentuales respecto al año pasado, mantienen su liderazgo. Por su parte, el llamado sector HORECA (Hostelería, Restauración y Catering) recupera protagonismo. Este sector que en 2020 vivió una bajada importante debido al cierre de establecimientos, ha registrado una cierta recuperación. Su cuota de mercado supera el 13%.

También las 73 tiendas de Comercio Justo superan la caída sufrida en 2020, y aunque su nivel de ventas no alcanza el de antes de la pandemia, se trata de un dato esperanzador. El consumo de Comercio Justo en otros establecimientos minoristas (herbolarios, tiendas de productos ecológicos, et.) se ha mantenido en niveles similares al 2020.

Por productos, cerca del 97% de las ventas de Comercio Justo son de productos de alimentación. Y dentro de este bloque, el cacao y los dulces se consolidan como los productos estrella. Estos generan más del 75% de la facturación.

Le sigue el café, producto emblemático del Comercio Justo, que genera el 15% de las ventas. El consumo de té y otras infusiones así como del resto de productos de alimentación (arroz, cereales, pasta, bebidas,…) aumenta ligeramente. Por otro lado, en relación a los productos que no son alimentación, el textil es lo más vendido. Aunque su peso en el global del sector sigue siendo minoritario, su facturación se ha incrementado en casi 1 millón de euros, lo que representa un crecimiento de un 43% en el último año. Este aumento ha venido derivado especialmente de los artículos de merchandising personalizables de algodón.

En relación a las garantías que avalan el cumplimiento de los principios del Comercio Justo, el 95,3% de las ventas procedió de productos con la certificación Fairtrade. El resto son artículos con otras certificaciones.

Mucho más que compra y venta

Además de la comercialización, las organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo realizaron durante 2021 más de 600 iniciativas concretas de concienciación en las que participaron más de 40.000 personas. Se trata de una cifra menor que en años anteriores a la pandemia. “En 2021 las restricciones y las necesarias medidas de prevención frente a la COVID-19 lógicamente influyeron en este descenso” ha explicado A. Abad.

Por otro lado, la pandemia ha acelerado la realización de iniciativas de movilización social de manera virtual y a través de redes sociales.

“Esta línea de trabajo se ha consolidado en el 2021 y lo valoramos como una oportunidad para llegar a nuevos públicos”.

El área de trabajo que ha recuperado su nivel anterior ha sido el de la sensibilización en centros educativos. En 2021, más de 39.000 estudiantes y 910 docentes participaron en acciones formativas relacionadas con el Comercio Justo y el consumo responsable, realizadas en 312 centros educativos desde Primaria hasta Educación Superior.

El informe “El Comercio Justo en España 2021” está disponible en la web comerciojusto.org Ha contado con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).