El crédito al consumo sella en julio su mejor mes desde finales de 2019
Las familias siguen tirando del endeudamiento para consumir. La llegada de las vacaciones da un nuevo impulso al pago a plazos, que aguanta el ritmo de crecimiento y toca un nuevo récord desde 2019. Según los últimos datos del Banco de España (BdE), durante el mes de julio (último dato disponible) se financiaron operaciones en crédito al consumo por valor de 3.438 millones, en el que supone su mejor mes desde noviembre de 2019, que coincide con las ofertas del ‘Black Friday’ y suele favorecer la mayor demanda de bienes y servicios duraderos.
El montante apuntala la tendencia al alza que registra desde el arranque del ejercicio, con un volumen acumulado de 21.938 millones, un 18% más con respecto a los más de 18.500 millones contabilizados entre enero y julio de 2023. El repunte supera el 26% en comparativa interanual si se toma como referencia los 2.719 millones registrados en el mismo mes de los doce meses anteriores. Con ello, este tipo de financiación encara la recuperación hacia los niveles preCovid después de rebasar los 30.000 millones por primera vez en cuatro años en el conjunto del año pasado, si bien necesita situarse por encima de los 36.000 millones para constatar la vuelta a la ‘vieja normalidad’.
La rebaja en los tipos de interés puede haber animado la demanda después de que la tasa TEDR media, equivalente al TAE pero excluyendo las comisiones, se haya reducido hasta el 7,63%, mínimos desde noviembre. Los costes de financiación se han contraído de manera paulatina desde el pico del 8,07% de enero en medio de las expectativas de bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). El primer movimiento se materializó, precisamente, en julio con una rebaja de 25 puntos básicos.
Falta por saber si el freno en los intereses continuará de cara a los siguientes meses si se tiene en cuenta que el organismo con sede en Fráncfort podría ejecutar un nuevo recorte del precio del dinero en la reunión de este jueves tal y como descuentan en el mercado. La financiación del crédito al consumo suele ser de más fácil acceso frente a otros préstamos ya que las financieras se blindan del mayor riesgo con intereses más elevados. Por poner en contexto, la banca ha concedido hipotecas durante el séptimo mes del año a un coste del 3,34%, su cota más baja en más de año y medio.
La resistencia de la actividad económica y con ella, de los niveles de consumo ha impulsado el saldo vivo de estas operaciones y vuelven a alcanzar otro máximo con 102.838 millones. Para encontrar un nivel similar hay que remontarse a enero de 2009, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria. Desde que el pasado abril rompiese la barrera de los 100.000 millones, la cifra ha escalado de manera paulatina hasta llegar al citado importe que contrasta con los 97.360 millones de hace justo doce meses.
La evolución del crédito al consumo sigue la trayectoria del mercado hipotecario, que ha cerrado su mejor julio en quince años tras sumar 6.660 millones en nuevas operaciones, constatando los efectos de la guerra comercial que se libra entre la banca e impulsando la mejora interanual hasta el 25%. Pese a este mayor dinamismo, el saldo vivo lleva meses estancado por debajo de los 500.000 millones, lastrado por las amortizaciones de crédito.
En este escenario de mayor demanda, la tasa de morosidad se mantiene baja y marca cotas inéditas desde 2008. En concreto, la tasa general cerró junio en el 3,43% después de que los préstamos morosos cayeran en más de 1.400 millones. La misma estela bajista han experimentado los impagos del crédito al consumo, que pasan del 7,25% al 6,43%, aunque con respecto a hace un año es una décima superior.