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El mapa del IVA en alimentos: ¿Cómo podría reducirse para rebajar la cesta de la compra?

El mapa del IVA en alimentos: ¿Cómo podría reducirse para rebajar la cesta de la compra?

El precio de los alimentos y bebidas, que no ha dejado de subir desde octubre del año pasado, se encareció hasta un 13,8% en agosto respecto a hace un año, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, lo que supone un incremento sin precedentes en toda la serie histórica que se remonta a 1994.

El incremento anual es especialmente significativo en la harina (+39%), la mantequilla (+32%), la pasta (+30%), las salsas y condimentos (+27%), la leche (26%) o los huevos (+22%), aunque también han experimentado destacadas subidas la carne de ave (+18%), el yogur (+17%), las patatas, el pan, la carne de vacuno o el queso (+15% cada uno) y el café (14%). 

En este contexto de precios al alza, la gran distribución (supermercados, hipermercados…) ha reclamado, entre otros, una bajada temporal del Impuesto de Valor Añadido (IVA) en los alimentos y productos básicos, una fórmula que permitiría rebajar el coste actual de la cesta de la compra para los consumidores. 

El IVA, entre el 21% y el 4%

Pero, ¿en qué artículos básicos de la cesta de la compra y cómo podría reducirse el IVA? ¿A todos los productos se le aplica el mismo? En España, existen tres tipos de IVA. En líneas generales, la mayoría de productos y servicios que se consumen en nuestro país está gravado con el tipo general del 21%, pero también tenemos el reducido (10%) y el superreducido (4%).

Al primer grupo pertenecen artículos que podrían considerarse básicos en la compra habitual de cualquier hogar, como son los referentes a limpieza e higiene personal. Detergentes, suavizantes, jabones, champús, desodorantes, pastas de dientes, lejías, bayetas de cocina o fregonas soportan un IVA del 21%, por lo que tienen margen para bajar el tipo. 

Por ejemplo, si un bote de champú cuesta 3 euros con IVA, reduciendo el tipo al 10% pagaríamos 2,70 euros. 

También ayudaría al bolsillo rebajar el IVA de alimentos necesarios para nuestra dieta y que compramos habitualmente, como la carne y el pescado, gravados en la actualidad con un tipo reducido del 10%. En este apartado encontramos, entre otros, aceite, pasta, yogures, agua embotellada, azúcar, mantequilla, café, tomate frito, las carnes (pollo, vacuno, cerdo..) y sus productos derivados y el pescado fresco, además de todo tipo de conservas. Así, si a un kilo de pollo que vale 9 euros con IVA se le aplicase el tipo del 4% su precio final sería de 8,64 euros. 

Por último, con un IVA superreducido están los alimentos considerados de primerísima necesidad. Frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos, cereales, huevos, queso, pan y leche soportan una carga impositiva del 4%. Si se eliminase el impuesto, un cartón de leche de 80 céntimos costaría 0,76%. 

La recaudación se dispara en julio y agosto

De esta forma, si se rebajase de forma temporal este impuesto en estos productos que forman parte de la cesta de la compra de cualquier ciudadano se podría reducir bastante el coste final de la factura. Sería tan simple como que los artículos con el tipo general del 21% pasasen tener el IVA al 10%; los del 10% al 4% y que de los productos con IVA superreducido se eliminase el gravamen. 

Se da la circunstancia además que el Gobierno cuenta ahora con las herramientas para hacerlo, ya que la recaudación por IVA está aumentando de forma notable en este escenario inflacionista. Solo en julio y agosto, la Agencia Tributaria ha ingresado de IVA 52.504 millones de euros, casi 8.000 más que en el mismo periodo de 2021.

Ahora habrá que esperar acontecimientos y ver si el Gobierno hace caso a lo que le indican los grandes distribuidores y le demanda también el PP, el primer partido de la oposición, y rebaja el IVA de alimentos y productos básicos o si por el contrario opta por la tesis de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, quienes abogan por topar los costes de los productos, una idea que vulnera las leyes españolas y la normativa comunitaria sobre competencia.

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