Pocos ciudadanos saben que existen más de 800 ofertas procedentes de 80 comercializadoras para contratar los servicios de luz y gas en su hogar. Se trata de unos servicios que la gente tiende a mantener con la misma compañía, pese a la disconformidad con el precio.

Uno de los principales problemas para los consumidores de luz y gas es que desconocen que existe el comparador de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), que ofrece las ofertas de cada zona en función del código postal. Ayer, este organismo, junto al Ministerio de Consumo, presentaron una nueva versión de este comparador, que permite acceder al mismo desde la tablet o el móvil, algo que hasta ahora no se podía hacer.

En su presentación, la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, que estuvo acompañada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, situó a este comparador como “la joya de la corona del regulador” y señaló cómo el exceso de información o el carácter complejo de algunos mercados puede dificultar la elección de los consumidores e impedir que puedan ejercer los derechos que se les reconocen por ley.

En este sentido, defendió que la CNMC “debe facilitar e impulsar la competencia desde la perspectiva del consumidor” y que los beneficios que se derivan de un mercado eficaz y con competencia necesaria “no pueden alcanzarse si el consumidor no puede adoptar decisiones rápidas y ventajosas en el momento de la verdad”, el de la contratación de un servicio.

Según los datos de la propia CNMC, comentados por el titular de Consumo, Alberto Garzón, “existen diferencias de hasta 400 euros anuales por consumidor en las ofertas disponibles el mercado, un porcentaje enorme de los ingresos en la mayoría de las familias”, por lo que considera que este tipo de instrumentos para comparar van “en beneficio de la economía doméstica”.

A juicio de Garzón no solo es un servicio bueno para las familias, sino que incluso el verse retratadas las empresas les empuja a mejorar algunos precios en determinadas zonas donde hay mayor competencia.

Alberto Garzón subrayó que en momentos como los actuales, “ante una situación de quebranto económico del país”, herramientas como el comparador de precios energéticos pueden servir a los ciudadanos para “tener más información” a la hora de contratar los servicios.

Esta herramienta nació en el año 2011 y con el paso de los años se ha ido mejorando. Además, ofrece información legislativa y regulatoria sobre el sector. No obstante, la mayor parte de ciudadanos desconocen si firmaron sus contratos en el mercado libre o en el mercado regulado, cuyos precios vienen limitados.