Aunque las compras online permiten hacer una adquisición de forma rápida, reduciendo no solo el gasto en dinero, sino también en tiempo; estas también tienen un hándicap, y es que los consumidores no pueden hacerse una idea clara del producto hasta que no llega a sus manos. Por ello, aquellos que compran online en tiendas con sede en España o en un país miembro de la Unión Europea están protegidos por el derecho de desistimiento.
El derecho de desistimiento permite al consumidor a desistir el contrato a distancia en un plazo de 14 días naturales desde la recepción del producto sin necesidad de justificarlo. Durante este plazo, el consumidor puede examinar el producto y decidir si quiere quedárselo o devolverlo. En el caso de la contratación de un servicio, el plazo empezará a contar desde que se contrata y no desde que se comienza a prestar dicho servicio.