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Estos son los peligros de los trapos de cocina en verano

Estos son los peligros de los trapos de cocina en verano

El Ministerio de Sanidad ha elaborado un protocolo de actuación en relación a un objeto muy usado en las casas de todo el país. Las bacterias campan a sus anchas por los hogares, y más concretamente por las cocinas, por eso la higiene es la mejor aliada para combatirlas. De ello da fe la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), del ministerio de Consumo, que ha avisado a través de un comunicado sobre el peligro de objetos como cuchillos, tablas, superficies o trapos sucios que se encuentran en las cocinas y que pueden contaminar los alimentos que se ingieren a la hora de comer.

Ante el tradicional trapo de cocina o bayeta, que «pueden ser un excelente vehículo de contaminación», AESAN recomienda utilizar el papel de cocina. Recomienda utilizar el papel de cocina para evitar la contaminación en los alimentos. Este cambio evitaría la contaminación del alimento y reduciría las posibilidades de contraer intoxicaciones como el botulismo y la gastroenteritis por enterotoxina estafilocócica.

Desde la Agencia aseguran que «un alimento cocinado puede volver a contaminarse por contacto con los alimentos crudos o con objetos que anteriormente hayan contactado con un alimento crudo (cuchillos, tablas, superficies, trapos, etc.)» e inciden en evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados.

En esa misma línea, otra de las recomendaciones como medida de prevención contra las toxiinfecciones alimentarias pasa por mantener una higiene adecuada en el momento de cocinar los alimentos, tanto de la persona que va a manipularlos como las tablas o encimeras en las que se van a depositar.

El calor del verano provoca que los alimentos se estropean con mayor celeridad y, por ello, AESAN sugiere que se consuman «inmediatamente después de ser cocinados» y no exponerlos a la «temperatura ambiente» para que «no proliferen los gérmenes». En caso de no consumirlos inmediatamente, la mejor opción es mantenerlos «bajo la acción del calor, por encima de 60°C, o del frío, a 5°C como máximo» .

Hay alimentos como las sopas, purés o guisos que toleran el calor, pero otros, como pueden ser las ensaladas o el gazpachos, «deben ser refrigerados inmediatamente» al igual que las «sobras de comidas» que no pueden «estar más de dos horas a temperatura ambiente» y cuando vayan a ser consumidas, deberán calentarse a la temperatura máxima: 70ºC durante dos minutos.

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