La DGT te obligará a tener esto en tu coche a partir de julio
La Dirección General de Tráfico (DGT) quiere reducir la siniestralidad en las carreteras españolas. Según datos oficiales, el 93% de los accidentes son consecuencia de las distracciones al volante. Aunque el uso del teléfono móvil es la más común, existen otras que a veces pasan desapercibidas, como la fatiga y el sueño. Por este motivo, a partir del mes de julio de 2022, todos los coches de nueva matriculación deberán tener los ocho sistemas ADAS, que funcionan como asistentes de detección de fatiga y sueño.
El dispositivo que detecta el cansancio
Tal y como su propio nombre indica, tiene como objetivo reducir las distracciones que se producen fruto del cansancio. Se trata de un dispositivo muy necesario, teniendo en cuenta que sólo en 2020 perdieron la vida 380 personas en las carreteras españolas al salirse de la vía el vehículo en el que viajaban.
El dispositivo funciona mediante tres elementos:
- Un sensor incorporado en el volante que analiza la presión que el conductor ejerce sobre el mismo en tiempo real, así como los cambios de dirección y los movimientos de las manos. Detecta con gran precisión si hay correcciones demasiado bruscas o constantes.
- En los sistemas más avanzados, se instalará además una cámara que monitoriza los movimientos del rostro y las facciones.
- Por su parte, la centralita del motor analizará cuánto tiempo lleva el motor en marcha.
Gracias a estos tres mecanismos, el detector valora si el conductor está cansado o fatigado. De ser así, emite una señal luminosa en forma de taza de café acompañada de un texto que avisa que hay que detener la circulación.
Todos los coches de nueva matriculación deberán incorporar este dispositivo de forma obligatoria a partir de julio de 2022.
El peligro de conducir con sueño
Aunque hay quienes no son conscientes de lo peligroso que es conducir con sueño, lo cierto es que la fatiga provoca un gran malestar en el conductor, y los síntomas más habituales son: hormigueo en las extremidades, visión borrosa, dolor de cabeza, somnolencia y dificultad de concentración y atención.
Uno de los principales riesgos de conducir con sueño es que aumenta la distancia de reacción. Además, se ralentiza la toma de decisiones, aumentan las distracciones y se producen alteraciones motoras.
«El sueño al volante es una circunstancia que se relaciona con una buena cantidad de accidentes de tráfico, especialmente en el sector profesional».
La DGT recomienda descansar siempre cada dos horas o 200 kilómetros recorridos, aunque sintamos que no nos hace falta.
