La inflación hunde el consumo de alimentos y bebidas a su nivel más bajo en 20 años
El consumo alimentario en España, medido en términos de volumen dentro del hogar, ha caído al nivel más bajo en las últimas dos décadas. De acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recogidos en el Informe Anual de Consumo Alimentario, la venta de alimentos y bebidas se redujo en el último ejercicio un 0,4% respecto a 2022, hasta 26.806 millones de kilos o litros.
Supone la cifra más baja desde el año 2003 y se sitúa muy alejada de los casi de 32.000 millones que se llegaron a alcanzar en 2020, un ejercicio en cualquier caso atípico como consecuencia de la pandemia causada por el Covid. No obstante, y, frente a la caída en volumen, debido a la inflación el gasto total de los hogares españoles en alimentación y bebidas para el consumo doméstico sí que creció durante el año 2023. Lo hizo hasta 89.975 millones de euros, lo que supone un 9,6% más. Eso supone que los hogares españoles tuvieron que gastarse debido al incremento de los precios 7.082,3 millones de euros, lo que explica también la caída de las ventas en volumen.
El precio medio de los alimentos y bebidas subió, en concreto, un 10,1%, hasta 3,01 euros kilo/litro. En este contexto, los únicos formatos comerciales que salen más beneficiados son los de los supermercados y las tiendas de descuento, que registran crecimientos del 2% y el 1,7% cada uno respectivamente. Todos los demás, en cambio, registran caídas. Las tiendas tradicionales son las que más sufren y se hunden un 7% en volumen; el comercio electrónico cae un 5,7% y los hipermercados, que resisten algo mejor, reducen sus ventas un 0,1%.
En este contexto de incremento del coste de la cesta de la compra, los españoles han encontrado en el lineal de bebidas alcohólicas su principal fuente de ahorro, con una caída de las ocasiones de consumo dentro del hogar del 10,3% en los últimos cinco años. Así, la categoría de vino y bebidas espirituosas refleja una caída en el porcentaje de veces que aparece presente en un momento de consumo doméstico del 7,3% al 7% entre 2022 y 2023. El resto de familias de productos, sin embargo, mantiene o incrementa su nivel de consumo doméstico, con una importante evolución positiva en el caso del huevo, con un 9,6% desde 2019; de las legumbres, con un avance del 9,3% en los últimos cinco años; o de las patatas, verduras y hortalizas, con un un aumento del 3,6% en este periodo.
Al mirar la serie histórica, observamos que el alimento de uso cotidiano que más se ha encarecido desde que arrancara hace dos años la crisis inflacionista, el aceite de oliva, ha visto caer su consumo en volumen respecto a 2003 en casi un 33%, de los 427.350 miles de kilos de hace 20 años a los 286.462 de 2023. Sin embargo, el valor de esa menor cantidad de aceite de oliva comercializado es ahora un 74,7% más alto, pasando de unos 1.000,6 millones de euros a 1.748,5 millones de euros. Este efecto inflacionista también se refleja en los datos del pescado fresco, cuyo volumen comercializado ha descendido un 34,4% en el periodo analizado, mientras que el valor de esta cantidad en 2023 fue un 13,2% más alto. Aunque si hay un producto de la cesta básica que ejemplifica mejor el alza de los precios es de las pastas alimenticias, una categoría que ha crecido un 27,6% en el volumen comercializado desde 2003, pero por un valor un 145,8% superior, pasando de unos 150.716 miles de kilos y 201,1 millones de euros a unos 192.463 miles de kilos y 494,5 millones de euros.
Ante este escenario de subida de precios, un reciente estudio de Kantar corrobora la consolidación en la distribución española de las cadenas de surtido corto a precios ajustados, además del empuje de las cadenas regionales, como Consum en Valencia, Ahorramas en Madrid o BM en el País Vasco, y que se están expandiendo a otras comunidades hasta copar el 17,7% del mercado. El consumidor, precisamente, está valorando la propuesta de proximidad de estos establecimientos y su oferta en productos frescos y perecederos.
Si sumamos el consumo también fuera del hogar, de acuerdo con los datos del Informe Anual de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, en 2023 se compraron un total de 30.728,56 millones de kilos/litros, el equivalente a una ingesta por persona de unos 685,02 en el conjunto del año. El Ministerio de Agricultura explica en el informe que «esta cantidad es ligeramente inferior a la del año 2022, en 0,7%». No obstante, este consumo ha generado un gasto total en nuestro país de 115.917 millones de euros, una cantidad un 7,5% superior a la alcanzada durante el 2022, como consecuencia del mayor precio medio pagado tanto fuera como dentro de los hogares. Esto supone un gasto medio aproximado de 2.732,77 euros por persona y año.
El efecto de la pandemia y de la posterior etapa de subida de precios se ha traducido en una caída del consumo per cápita de alimentos y bebidas fuera del hogar. Así, si en 2019 un español comía y bebía fuera de casa una media de 148 kilolitros por persona, el año pasado, esta cifra se situaba en 110,73, es decir, más de un 25% menos que antes de la pandemia. Esta reducción en volumen ha llegado acompañada de un efecto inflacionista por el que el gasto en alimentos y bebidas fuera del hogar apenas se ha reducido en un 8,5%, pasando de una media de 1.095,14 euros de media por español en 2019 a los 1.001,86 del año pasado.
Y es que, entre 2022 y 2023, según datos del ministerio, los precios de los diferentes canales de alimentación fuera del hogar han subido un 5,7% de media, provocando un incremento del gasto del 3,1% hasta superar los 34.941 millones de euros, mientras que el volumen comercializado descendió un 2,5% hasta 3.862 millones de kilolitros. A la hora de contener su consumo fuera del hogar, los españoles aplicaron mayores recortes en el apartado de las bebidas, con una caída en volumen del 3,2% frente a los alimentos, con un descenso del 1,4%.
Huevos, pasta y legumbres ganan presencia
El estudio del ministerio también analiza las tendencias y hábitos de alimentación de los españoles y refleja un avance en la frecuencia de consumo diario de los platos cocinados con huevos, pasta y legumbres como principal elemento. Sin embargo, las recetas más preparadas en 2023 fueron las ensaladas verdes, las pizzas, las ensaladas de tomate y la pechuga de pollo, seguidas de las lentejas, la tortilla de patatas, la sopa de pasta y los macarrones. Del top 4 de recetas más populares, solo la pizza no logra aumentar su cuota de frecuencia dentro de los menús de los hogares respecto al 2022.
En el caso del huevo como fuente de proteína más asequible frente a carne o pescado, alcanzó el año pasado un récord de facturación y consumo. Según datos del informe «El Sector de la Avicultura de Puesta en Cifras», del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el sector facturó 2.278 millones de euros en 2023, un 30% más que el ejercicio anterior. Tal y como destaca el informe, el sector del huevo representa ya el 8,2% del valor de la producción total ganadera y el 3,5% de la agraria. Como en 2022, el huevo resiste la caída del consumo alimentario y es el alimento de la cesta de compra que más crece en volumen en los hogares españoles, con un 8,7% en 2023.