La UE da luz verde al primer insecto comestible
La Unión Europea da luz verde al primer insecto comestible. Los Gobiernos de los Veintisiete acaban de aprobar una propuesta de Bruselas que autoriza la comercialización del gusano de la harina como nuevo alimento. Una decisión que se adopta tras una rigurosa evaluación científica realizada por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que ha emitido un dictamen positivo.
¿Pero qué es exactamente el gusano de la harina, qué propiedades alimenticias tiene y por qué la UE ha decidido autorizarlo? En primer lugar, el término gusano de la harina se refiere a las larvas del escarabajo Tenebrio molitor. Este nuevo alimento se puede consumir en forma de insecto seco entero como aperitivo o bien como ingrediente en varios productos alimenticios, por ejemplo, como polvo en productos proteicos, galletas o productos de pasta. Va dirigido a la población general.
Según la evaluación de la EFSA, el gusano de harina tiene un alto contenido de proteínas, además de grasas y fibra (quitina). Considerando la composición de este nuevo alimento y las condiciones de uso propuestas, la Agencia llega a la conclusión de se trata de un producto «seguro», estable y que «no es nutricionalmente desventajoso».
El único problema de salud que podría provocar son reacciones alérgicas, especialmente entre personas que tengan alergias preexistentes a los crustáceos y a los ácaros del polvo. Además, los alérgenos del alimento de los gusanos, por ejemplo el gluten, pueden acabar en el producto final que se consume. Todo ello deberá figurar en el etiquetado cuando empiece a venderse.
Tras la luz verde recibida de los Estados miembros, el reglamento que autoriza la comercialización del gusano de harina como nuevo alimento en toda la UE será adoptado por la Comisión en las próximas semanas.
Fuente de proteínas
La denominada Estrategia europea de la Granja a la Mesa identifica a los insectos como una fuente alternativa de proteínas que puede apoyar la transición de la UE hacia un sistema alimentario más sostenible. Millones de personas ya consumen insectos todos los días en todo el mundo.
Además, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) califica a los insectos como una fuente de alimento saludable y altamente nutritiva con alto contenido de grasas, proteínas, vitaminas, fibra y minerales, según destaca la Comisión Europea.
En Horizonte Europa, el fondo de la UE para financiar la I+D, las proteínas basadas en insectos se consideran una de las áreas claves de investigación.
Los beneficios ambientales de la cría de insectos para la alimentación se basan en la alta eficiencia de conversión alimenticia de los insectos, una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, un menor uso de agua y tierras cultivables, así como la utilización de la bioconversión a base de insectos como una solución comercial para reducir el desperdicio de alimentos.
Aunque ahora mismo ya se venden insectos como alimentos en algunos países de la UE por razones históricas, el gusano de la harina es el primero autorizado por Bruselas para todos los Estados miembros basándose en el reglamento sobre nuevos alimentos. En estos momentos, hay otras 11 solicitudes para insectos que están siendo evaluadas por la EFSA.