Los españoles dedican el 41% de su gasto en alimentación a productos frescos
La pandemia y las restricciones de movilidad dispararon el consumo de productos frescos en las familias españolas. Y aunque los niveles de consumo de año 2020 se relajaron en el 2021, uno de cada tres euros de gasto en alimentación de los hogares se destinó a la adquisición de productos frescos, en concreto el 41%, según los datos de la IV Edición del Observatorio de productos frescos que Aldi España ha publicado este jueves.
En total, los consumidores españoles destinaron 35.614 millones de euros en la adquisición de productos de alimentación frescos, lo que supone una media de 1.900 euros por familia. Esto es un 8,6% más que antes de la pandemia y alrededor de un 6% menos que los 2.192 euros que se gastaban en el momento más álgido del confinamiento, cuando la categoría de frescos fue la que más se incrementó en comparación con el total de la alimentación.
Pese a que en el 2021 la inflación todavía no se había disparado a los niveles actuales, el precio medio de los productos frescos ya escaló un 1,8%, frente a la subida medida del 1,1% del conjunto de los productos de alimentación. Aunque el año pasado no solo los precios tiraron al alza en el consumo total, el coste de la compra también ascendió porque el consumidor escogió productos de mayor valor como las cerezas, ciruelas, salmón, aguacate o kiwis.
“Con la escalada de precios del 2022, lo que hemos notado es que el consumidor está amortiguando la subida de precios modificando el mix de productos que adquiere. Si en el 2021 se decantó por ejemplo por frutas como la cereza o la ciruela que son más caras, ahora la tendencia es la contraria”, ha explicado Ignacio Cid responsable de Estudios y Análisis de Aldi España, durante la presentación del informe en Madrid.
En cualquier caso, desde la cadena aseguran “estar muy atentos” al comportamiento del consumidor. “Lo que tenemos muy claro es que el consumidor de alimentación es muy sensible a la subida de precios y rápido cambia su comportamiento. Nosotros todavía no hemos notado grandes cambios porque nuestra subida de precios es inferior a la del promedio de la distribución porque estamos ajustando márgenes para que así sea”, explica Cid.
El directivo se mostró a favor de “cualquier medida que apoye al consumidor siempre que respeten el equilibrio en toda la cadena de distribución”, en referencia a la reclamación lanzada por la asociación Asedas, a la que Aldi no pertenece, pero que representa a otros como Mercadona o Dia. La semana pasada Asedas lanzó una reclamación al Gobierno para que rebaje impuestos como el IVA e implante medidas que permitan a las cadenas contener la importante escalada de precios en los productos de alimentación que ya “comienza a ser muy significativa para el consumidor final”, advierten desde Asedas.
La presión inflacionista se impone cuando los consumidores ya han adaptado unas pautas de compra que complicadas de cambiar. Por ejemplo, el 91% de los españoles da importancia a los productos frescos dentro de una alimentación saludable. Con especial protagonismo de las frutas y verduras, que se consideran imprescindibles en el 50,3% y el 25,7% de los casos.
En el lado contrario, la carne fresca es la categoría de frescos más cuestionada y junto con el pan fresco mantienen una tendencia a la baja en su consumo que ya se inició en el 2018.
