Los pagos con tarjeta superiores a 30 euros pasan a requerir doble autenticación

Aunque la normativa europea dictada por la Directiva para los Servicios de Pago (PSD2 como consecuencia de sus siglas en inglés) ya en 2007 debía entrar en vigor con el nuevo año, no ha sido hasta el presente mes de febrero cuando ya es una realidad: los pagos con tarjeta superiores a 30 euros, tanto presenciales como a través de Internet, exigirán una doble autentificación.

Con el fin de hacer las compras más seguras, reducir las opciones de fraude y, en definitiva, proteger al consumidor, a partir de ahora será necesaria una doble autorización por parte del consumidor antes de proceder al pago de cantidades que superen los 30 euros. La manera de demostrar la identidad se basará en un elemento de conocimiento (contraseña o clave), de posesión (el teléfono móvil) o inherente al usuario (huella dactilar, reconocimiento facial…). Un modo que garantiza la seguridad en detrimento de otras opciones más susceptibles de poder ser sustraídas y utilizadas para cometer un fraude, tales como los datos de la tarjeta o un correo electrónico.

De este modo, para autorizar una compra, el consumidor deberá elegir dos de estos tres elementos. El de conocimiento responde a algo que sólo el conoce, ya sea una contraseña, una clave, un código PIN o preguntas específicas. El elemento de posesión atiende a un objeto personal, esto es el móvil en el que puede recibir ahí un código de un solo uso. Por último, el elemento inherente es algo que forma parte del usuario, o lo que es lo mismo, sus características biométricas que permiten identificarle: la huella dactilar, el reconocimiento de voz o del ojo…

Así las cosas, todos los comercios están obligados a cumplir con esta normativa. De hecho, los bancos ya han advertido que en aquellos en los que no se hayan adaptado aún a esta normativa, las compras «puede que no sean aceptadas por tu seguridad», informa Invertia.

Las únicas excepciones a esta obligatoriedad de identificarse por dos veces tendrá lugar en los pagos frecuentes, tales como suscripciones en plataformas de televisión, ciertos pagos sin contacto en el punto de venta u operaciones cuyo pago se haya iniciado por teléfono o correo electrónico.

Además, las compras inferiores a 30 euros seguirán sin exigir una doble autenticación, salvo que se han cinco seguidos o si desde la última operación autenticada el importe ha sido superior a 100 euros.