Un 10% de los consumidores españoles ha tenido problemas para acceder a servicios financieros por su actividad en redes
Sin embargo, esta evaluación del comportamiento también lleva a sistemas de calificación social basados en algoritmos automatizados que pueden afectar a nuestras vidas personales. Algunos consumidores han compartido ejemplos de dichas experiencias en el reciente informe de la compañía de ciberseguridad Kaspersky.
De acuerdo con los resultados, el 10% de los españoles ha experimentado problemas para obtener préstamos o hipotecas a causa de la información recogida sobre ellos en sus cuentas de redes sociales. Los jóvenes entre 25 y 34 años, con mayor dependencia de estos servicios, fueron los más afectados. A pesar de que las regulaciones existentes para la calificación de crédito basadas en el comportamiento financiero son bien conocidas, no ocurre lo mismo cuando se trata de sistemas que recogen información personal de los perfiles online.
El informe indica que, en general, las personas están dispuestas a compartir datos privados confidenciales para conseguir mejores tarifas y descuentos, así como para recibir servicios especiales. Asimismo, un importante número de consumidores se mantienen vigilantes sobre el uso de las redes sociales y algunos no consideran la posibilidad de permitir que las empresas puedan espiar su vida privada.
En concreto, un 38% de los encuestados españoles afirma que no compartiría su perfil solo para agilizar la comprobación de sus antecedentes para conseguir una tarjeta de crédito. Un porcentaje algo menor no se siente cómodo compartiendo esta clase de información personal con el fin de asegurar una plaza en un prestigioso colegio (32%) o un visado para viajar a otro país (30%).
“En el mundo digital actual se generalizarán pronto los sistemas de calificación social, convirtiéndose no solo en una opción sino en parte integral de múltiples servicios. Sin embargo, el estudio global de Kaspersky destaca que existe un importante número de personas que no quieren compartir su información privada para conseguir cualquier tipo de acuerdo. Su opinión no puede ser ignorada, de modo que a medida que los desarrolladores vayan creando algoritmos de inteligencia artificial en las calificaciones sociales, se deberán considerar los intereses de todos los usuarios y abordar las cuestiones de confianza y transparencia”, señala Marco Preuss, director del equipo de análisis e investigación global para Europa de Kaspersky.
Mientras que las empresas tratan de sacar beneficio de la tecnología y los datos de los consumidores con nuevas fórmulas, estos también reflexionan sobre a qué entidades pueden confiar sus datos, ya que el panorama de las ciberamenazas sigue aumentando y la protección de los datos personales se convierte en un gran desafío.
Kaspersky ha comprobado que los consumidores confían más en los servicios sanitarios, los bancos o las aseguradoras en lo que respecta a sus datos, que en los gobiernos. Así, el 64% de los encuestados españoles declara que confían en las primeras para almacenar sus datos personales, mientras que el 57% manifiesta confiar en el gobierno.
“El principal objetivo de un sistema de calificación social es medir y mejorar la confianza de los ciudadanos, tanto en el mundo digital como en el físico. Al mismo tiempo, el sistema necesitará su confianza para funcionar. Según el contexto económico, social y cultural, el nivel de confianza general, la confianza en las diversas entidades y en el mundo digital varían de un país a otro. Por lo tanto, es probable que la decisión de diseñar y aplicar un sistema de calificación social, al menos a corto plazo, recaiga en cada país”, declara Chengyi Lin, profesor asociado de estrategia en el INSEAD.
Este experto advierte de que “más allá de las evidentes preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos personales, la decisión debe considerar cuidadosamente qué acuerdos está dispuesta a hacer la sociedad, a quién está dispuesta a confiar el diseño y el funcionamiento del sistema, y cómo se implementará y gobernará el mismo”.
Al compartir información personal por Internet, Kaspersky aconseja a los consumidores ser responsables con la información personal que comparten online y controlar quién accede a sus cuentas personales. En este sentido, la compañía cuenta con el servicio Kaspersky Privacy Check para saber cómo cambiar la configuración de privacidad de sus servicios online y retomar el control de sus datos personales.
Asimismo, indica que compartir el comportamiento puede tener beneficios, pero solo con los servicios adecuados. Una encuesta online puede ofrecer al usuario un descuento en su marca favorita, pero también puede hacer que una compañía sepa más sobre sus intereses.
Por último, recomienda utilizar una solución de seguridad fiable para la protección integral frente a una amplia gama de amenazas. La herramienta Kaspersky Security Cloud incorpora numerosas características que protegen la privacidad online, como -por ejemplo- la función ‘No rastrear’, que evita la carga de elementos de rastreo que controlan las acciones en los sitios web y recolectan información sobre el usuario.