Alerta por el preocupante consumo de vapeadores entre niños y adolescentes: el 20% vapea y el 13% fuma
El video se hizo viral. Y no es para menos. El fin de pasado, una niña de 9 recibió hasta 15 vapeadores como regalo de su Primera Comunión. Pero no es un caso aislado, ya que el vapeo y el consumo de cigarrillos electrónicos está aumentando en niños y adolescentes. Sin embargo, vapear es igual de malo que fumar: sí, tiene los mismos riesgos.
Así y tal como afirmaba a laSexta.com en este artículo Cuando creer que el vapear sin nicotina es mejor que fumar tabaco, el Dr. Carlos Jiménez-Ruiz, jefe de la Unidad Especializada en Tabaquismo del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, «el cigarrillo electrónico es tan tóxico como el tabaco».
El doctor explicaba que los vapeadores tienen en su interior un líquido constituido, fundamentalmente, por tres elementos: glicerina, nicotina y propilenglicol. Y cuando el primero se calienta, se producen fundamentalmente tres carbonilos: la acroleína, el formaldehido y acetaldehído; tres sustancias que producen cáncer, tal como recoge la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC)».
Ahora, y según los datos de la de la XXIV encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) con motivo de la Semana sin Humo que se celebra del 25 al 31 de mayo, y que este año lleva como lema «Mejor el paseo que el humo o el vapeo», el 19,2 % de los adolescentes de 14 a 18 años fuma o consume algún derivado del tabaco. Sin embargo, los vapeadores son los preferidos para 1 de cada 5 jóvenes.
Después del tabaco y los vapeadores, los favoritos por los chicos/as son las cachimbas, que emplean el 14,3 % y un 13,1 % se decanta por los cigarrillos convencionales. «El estudio, en el que han participado un total de 9.711 personas de todas las comunidades autónomas, demuestra cómo «los nuevos productos derivados del tabaco son la puerta de entrada a los cigarrillos convencionales para los más jóvenes», tal como ha lamentado Susana Morena, coordinadora de la Semana Sin Humo de la semFYC. Por otra parte, la proporción de consumidores de tabaco mezclado con cannabis se mantiene en un 6,7 %.»
Otros datos relevantes, según la encuesta, son que «el 93,2% de los jóvenes encuestados de 19 a 34 años manifiesta estar expuesto al humo ambiental de tabaco (HAT) en diferentes situaciones de su vida cotidiana, como paradas de autobús, terrazas y otras actividades lúdicas, e incluso en las puertas de centros educativos y los coches». Algo que llama la atención de los expertos.
¿Por qué se inician los jóvenes en el vapeo?
Todo esto demuestra que «el cigarrillo electrónico es la forma en que se inician los jóvenes para pasar después al tabaco convencional», subraya la experta. Pero ¿por qué se inician? «Por la falsa sensación de inocuidad de estos dispositivos que se ha divulgado masivamente en las campañas de márketing con intereses comerciales dirigidos a los jóvenes», censura la doctora.
Tanto es así que, sólo el 62 % de los encuestados sabe que la cachimba o pipa de agua es nociva para su salud, tanto si se usa con tabaco como con productos sin nicotina, mientras que, por el contrario, el 29,7 % ignora sus efectos perjudiciales, porcentaje que asciende al 40 % entre los fumadores.
«Todo ello pese a que ya existe evidencia científica sobre sus estragos para las vías respiratorias a pesar del poco tiempo que llevan en el mercado, y la «que irá saliendo en los próximos años», apunta Morena.
Y ejemplo de todo esto -continúa la doctora- es el el reciente vídeo que se ha hecho viral de una menor a la que le regalan varios vapeadores por su comunión (al que hemos hecho alusión al inicio del texto), no es que ya se dirijan a los adolescentes, es que poco a poco la publicidad va calando en los más pequeños, con dispositivos atractivos «en forma de chuches» que se venden por Internet, echando por tierra todo lo conseguido (o parte) con las normativas antitabaco.
Por todo ello, la semFYC ha urgido a las autoridades a emprender iniciativas legislativas sobre estos dispositivos y campañas informativas, a poder ser dirigidas al ámbito escolar y juvenil. «Es muy grave que, en pleno 2023, el 30 % de los jóvenes de 19 a 34 años se considere fumador: tenemos que revisar el mensaje que estamos dando y por qué nuestra juventud se sigue enganchando al tabaco y sus derivados».