En esta línea, si se tienen dudas sobre si una web puede ser o no fraudulenta, también se pueden seguir una serie de pasos para estar seguros. Es necesario cerrar todas las aplicaciones o programas antes de acceder a la web. También viene bien escribir directamente la URL de la entidad en el navegador, en lugar de llegar a ella a través de enlaces de terceros o de correos. Clave es, también, no acceder al servicio de banca online desde dispositivos públicos o que estén conectados a redes Wifi públicas.