El 60% de los consumidores percibe que las compras online les han ayudado a mantener su poder adquisitivo en el último año
El último informe trimestral del Banco de España prevé menos crecimiento y más inflación para 2024. En concreto cuatro décimas menos de lo previsto en junio y sitúa la eleva la inflación media estimada para el próximo año en el 4,3% (7 décimas más). El encarecimiento de los precios y el empeoramiento del las perspectivas económicas se debe a múltiples factores como las tensiones geopolíticas, la subida del precio del petróleo y el fin de las ayudas contra la inflación: rebaja del IVA de alimentos y de la energía o la bonificación del transporte público, entre otras.
La subida de precios se sitúa ya entre las principales preocupaciones de los consumidores y más con las navidades a la vuelta de la esquina. Según el mismo informe del Banco de España, las familias han perdido un 4,5% de poder adquisitivo en los dos últimos años. El comercio electrónico juega un importante papel para paliar estas cifras. “El 60% de los consumidores percibe que las compras online les han ayudado a aumentar (un 17,7%) o a mantener su poder adquisitivo sin cambios (un 41%) en el último año. La posibilidad de comparar precios y encontrar mejores ofertas online son los dos factores principales para optar por el e-commerce frente a las tiendas físicas”. Explica Roberto Fumarola, CEO y cofundador de la plataforma logística Qapla`.
Conscientes del importante papel que puede jugar el e-commerce para combatir la inflación, Qapla´ ha unido fuerzas con su partner Skipper para elaborar un estudio que arroja interesantes conclusiones. “Según la información que procesamos, cualquier producto vendido online tiene una diferencia media del -30% respecto al precio offline y hay picos de hasta el 50% menos. No es la mercancía la que influye en estos datos, sino la marca y el propio nivel de precios.” Afirma Davide Lugli, CEO de Skipper. Esto se explica porque “ningún ecommerce puede subir demasiado los precios sin perder posicionamiento frente a competidores más agresivos para los que el margen no es un problema.”
Por qué el e-commerce permite mantener los precios bajos
El aumento de la transparencia y la competencia en línea son los principales factores que convierten al e-commerce en aliado contra la inflación. La transparencia en términos de reducciones de precios en línea está ahora aún más protegida tras la entrada en vigor de la Directiva Ómnibus (que establece nuevos criterios para la protección de los consumidores en la UE que afectan de manera directa a las empresas que ofertan productos y servicios online). En la web existe una oferta casi infinita y esto puede ayudar mucho a ahorrar dinero si el consumidor es capaz de buscar y comparar de forma eficiente. Las barreras geográficas desaparecen (si los procedimientos aduaneros están bien gestionados) y los compradores online tienen cada vez menos reparos a la hora de comprar en sitios o mercados extranjeros, ya que las ventas transfronterizas están cada vez más extendidas.
Los precios online están variando continuamente; esto se debe a que los fijan programas informáticos usando algoritmos que analizan en tiempo real diversos parámetros: la oferta y la demanda, la estacionalidad, el comportamiento de los competidores o un acontecimiento puntual como la campaña de Black Friday que incita a consumir.
“Según los datos de nuestros clientes, debido al ritmo imparable de la inflación vivida estos dos últimos años, los eShoppers buscan cada vez más ahorrar dinero y además lo hacen comparando y diversificando los canales de compra online y offline; por lo que esperamos que las ventas online sigan creciendo en los próximos años, alcanzando un estimado del 30% de las ventas minoristas en 2030. Estar presente en línea se ha convertido en algo vital para los minoristas, incluso para las empresas más pequeñas». Explica Fumarola. “En la batalla por ofrecer la mejor relación calidad/precio y fidelizar a los clientes frente a una competencia en alza constante, es clave un customer journey y una experiencia postventa óptima, por lo que plataformas como Qapla` pueden resultar de gran ayuda.”
Con solo unos pocos clics, los consumidores pueden comparar ofertas en diversas webs para el mismo artículo a través de comparadores de precios o monitorear las tendencias de precios a lo largo del tiempo. Sin embargo, según Davide Lugli, el eShopper aún no tiene plena conciencia ni se beneficia realmente de la amplitud de opciones en línea, pero esto solo puede cambiar de manera positiva en un futuro próximo, también con el apoyo de la inteligencia artificial. “ Con la IA, los comparadores de precios B2C y B2B están destinados a morir. En su lugar, surgirán asistentes de compra y otras herramientas de sugerencia y correlación.”
Una gran ventaja de los negocios en línea sobre los negocios tradicionales es la enorme cantidad de datos disponibles para los vendedores. Sin embargo, éstos deben ser capaces de procesar e interpretarlos. Además, en comparación con el comercio convencional, el e-commerce tiene una estructura de costes más flexible.
La automatización de procesos aumenta la eficiencia y reduce los costes fijos. Para ello, las empresas que venden online pueden recurrir a servicios de terceros como herramientas que simplifican y reducen los costes laborales, desde WMS hasta ERP. “La adopción de este tipo de herramientas que simplifican las operaciones diarias, también permite contener los costes relacionados con la fase de envío. Por ejemplo, gracias al sistema de notificación automática de seguimiento de Qapla, el tiempo que tarda el Servicio de Atención al Cliente en gestionar las solicitudes de asistencia en los envíos disminuye una media del 54%”. Explica Fumarola. «Al comerciante le es más fácil elegir el mensajero más conveniente, en función del volumen, el peso o el destino, gracias a la posibilidad de establecer reglas automáticas de preasignación. Si un transportista en uso tiene tarifas más baratas para la entrega a las islas, por ejemplo, el sistema puede asignar envíos de este tipo a ese transportista de forma predeterminada. Todo ello favorece que el comercio electrónico pueda optimizar los márgenes y mantener los precios finales más bajos.”