El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se ha mostrado convencido de que, progresivamente, las entidades irán cobrando a un mayor número de clientes por mantener sus depósitos ante los tipos de interés en negativo. Cabe señalar que, desde septiembre del año pasado, la facilidad de depósito se sitúa en el -0,5%. De Cos apuntó que, en un primer momento, tanto las entidades españolas como las europeas, eran reacias a trasladar a los clientes el coste que le supone mantener sus depósitos, sin embargo, ante la prolongación y cada vez mayor profundidad de los tipos en negativo, el sector «poco a poco se fue animando» a trasladar el coste a clientes mayoristas, como grandes empresas, o minoristas pero con gran volumen de depósitos «porque les permite minimizar el efecto que tiene sobre el margen de intereses».
«Hemos ido viendo cómo, a nivel europeo, ese porcentaje de clientes (al que se le cobra) sobre el total ha tenido tendencia creciente. Si estos tipos se mantienen, lo más probable será que se vaya extendiendo progresivamente«, aseguró durante su intervención en la XX Convención Anual organizada por la Asociación de Mercados Financiero (AMF).
El gobernador, no obstante, puntualizó que las entidades aún son reacias a trasladar el coste de los depósitos a los clientes particulares por el «nivel de competencia elevado» en el sector bancario. «Todos van tomando pasos poco a poco, viendo cómo se comporta la competencia ante el miedo de perder clientes», apuntó. Asimismo, aseveró que ya hay entidades que han optado por incrementar las comisiones como una forma indirecta para compensar los márgenes.
Por otro lado, De Cos se mostró cauto sobre los efectos del reciente anuncio de una vacuna efectiva contra el coronavirus en la economía española. A pesar de que el gobernador aseguró el pasado viernes que la vacuna elimina el escenario más pesimista de las previsiones, este lunes incidió en que el organismo mantiene sus previsiones para España, realizadas en octubre, y no habrá una recuperación de la economía, al menos hasta 2023.
«El anuncio (de la vacuna) me parece relevante porque proporciona un horizonte para todos los agentes económicos de mayor confianza y para el sector público», dijo, para añadir que sus efectos tardarán en materializarse en una recuperación económica más rápida. A su juicio, la virulencia de la segunda ola de rebrotes va a llevar aparejada una previsión a la baja de la previsión económica del cuarto trimestre del año y del primer trimestre de 2021. «Esta crisis tiene todos los visos de tener una persistencia bastante significativa», auguró.
Asimismo, de Cos avanzó que el Banco Central Europeo (BCE), al igual que ya hacen otros bancos centrales del mundo, está estudiando la posibilidad de lanzar una moneda digital, en este caso, el euro digital, ante el menor uso de efectivo que hacen los ciudadanos. El gobernador apuntó que la pandemia ha acelerado la digitalización de los ciudadanos y las empresas, un hecho que se dejó notar en el segundo trimestre del año, en pleno confinamiento, cuando la retirada de efectivo en los cajeros automáticos cayó un 52% frente al mismo periodo del ejercicio anterior. «Si fuera un cambio permanente, el dinero digital es un vehículo para mantener el acceso al ciudadanos del dinero del BCE», dijo.
Según explicó, sería una nueva forma de pasivo monetario accesible a los hogares y a las empresas. Sin embargo, De Cos señaló que, de momento, se está analizando cuál es la tecnología adecuada para llevar a cabo este proceso y qué implicaciones macroeconómicas y financieras tendría, especialmente, en lo que respecta a un impacto negativo para la estabilidad financiera al quitar a los bancos como intermediarios.