El consumo de bebidas con azúcar ha aumentado un 23% entre los niños y jóvenes en solo 30 años
Una nueva investigación científica, que ha analizado 185 países, acaba de demostrar que los niños y jóvenes han consumido un 23% más de bebidas azucaradas desde hace solo 28 años, es decir, en 2018 en comparación con 1990.
Además, la ingesta fue similar en niños y niñas, pero es mayor en los adolescentes que viven en ciudades y en barrios con niveles de educación más bajos, según advierte el equipo de Investigadores de la Universidad de Washington, que ha coordinado este informe que publica hoy la revista médica británica, “The BMJ”.
El consumo de bebidas azucaradas en la población infantil y juvenil incluye refrescos, zumos, leches, y productos deportivos o energéticos.
Por otra parte, esta investigación ha descubierto que los personas de 3 a 19 años beben casi el doble de bebidas azucaradas que los adultos.
Por países
El consumo de bebidas azucaradas entre los jóvenes varía, de forma considerable según la región del mundo.
La media mundial es de 3,6 bebidas por semana, pero el rango va desde 1,3 en el sur de Asia hasta 9 en América Latina y el Caribe.
“Las bebidas azucaradas aumentan el aumento de peso y el riesgo de obesidad, por lo que, aunque los niños no suelen desarrollar diabetes o enfermedades cardiovasculares cuando son pequeños, podría haber impactos significativos más adelante en la vida”, advierte Laura Lara-Castor, investigadora de la Universidad de Washington.
Este nuevo estudio científico pide la puesta en marcha de medidas educativas para reducir los efectos adversos asociados con el consumo de bebidas azucaradas en la infancia, la adolescencia y la juventud.
Entre los países más poblados del mundo, los que registraron el mayor consumo de bebidas azucaradas entre los jóvenes en 2018 fueron México (10,1 bebidas por semana), seguido de Uganda (6,9), Pakistán (6,4), Sudáfrica (6,2) y Estados Unidos (6,2).
Medidas preventivas
En los últimos años, muchos gobiernos de todo el mundo han implementado medidas como impuestos a las bebidas gaseosas y restricciones a la venta de bebidas azucaradas en las escuelas para promover hábitos alimentarios saludables.
“Nuestros hallazgos deberían hacer sonar las alarmas en casi todos los países del mundo”, afirma Dariush Mozaffarian, director de la Escuela Friedman.