Plaza de Santa María, 2, Mérida       924 38 71 78
InicioNoticias destacadasLa mitad de los extremeños ha cambiado sus hábitos por la subida de precios

La mitad de los extremeños ha cambiado sus hábitos por la subida de precios

La mitad de los extremeños ha cambiado sus hábitos por la subida de precios

Hoy, 15 de Marzo, celebramos el Día Mundial de los Derechos del Consumidor. Para conmemorar esta celebración y determinar cómo han cambiado los hábitos de consumo de los extremeños, hemos elaborado nuestro “VI Barómetro de Hábitos de Consumo”, basado en los resultados de 679 encuestas personales.

Por seguir la tendencia de nuestros estudios anteriores, hemos comenzado preguntando por la situación familiar y personal del encuestado. En este sentido, un 23% de los encuestados vive en una unidad familiar formada por 3 personas, y un 35% vive con otra persona. Esto coloca a los hogares con dos y tres personas como los más frecuentes, con el 58%. Por otro lado, y a diferencia de los datos obtenidos en nuestro pasado barómetro de 2023, uno de cada seis hogares manifiesta que tiene, al menos, uno de sus miembros en paro, lo que, sin duda afecta a su capacidad económica, pero en menor medida y con una situación más esperanzadora que los datos obtenidos en 2023, donde eran uno de cada tres los encuestados que determinaban tener, al menos, a uno de sus miembros en paro.

Por otro lado, un 75% de los encuestados dice habitar en una vivienda de su propiedad y, de ellos, menos de la mitad tiene hipoteca (un 39%). Este porcentaje aumenta por encima del 60% en el rango de edad de los 46 a 65 años. Y, aunque no se puede llevar a todos los extremos, sí observamos que el porcentaje de hipotecados en los municipios más populosos es superior a las zonas más rurales y deshabitadas. Asimismo, de los encuestados que tienen a día de hoy vigente una hipoteca, un 26% tiene pendiente de pago más de 40.000 euros, el mismo porcentaje que afirman que le ha subido la cuota hasta 200 euros.

Aspectos financieros 

Un 59% de nuestros encuestados ha determinado este año que prefiere el pago con tarjeta de crédito, débito o el pago con el móvil, frente a un 28% que aún lucha por que el efectivo sea el método de pago más frecuente y un 13% que no tiene ninguna preferencia a la hora de pagar. Sin embargo, estos datos no dejan claro que el dinero en efectivo haya desaparecido, ni mucho menos. Esto se debe a dos cuestiones: primero, porque todavía se usa mayoritariamente entre los más mayores. Y segundo, por el desamparo al que puede dejar a las zonas rurales. 

Así, y como era de esperar, entre nuestros encuestados más jóvenes el medio de pago favorito es el pago móvil o con tarjeta, manifestándolo así un 38%, siendo el efectivo casi residual con un 5%.

Esta situación se invierte por completo cuando hablamos del rango de población más mayor. En este caso, la abrumadora cifra de 8 de cada 10 encuestados, prefiere el pago en efectivo, frente a solo un 10% que prefiere el pago con el móvil o con tarjeta. El 10% restante, manifiesta no tener ninguna preferencia a la hora de pagar.

Solo el 29% de los encuestados afirma poder ahorrar todos los meses con los ingresos que recibe, frente al 25% que no llega a final de mes. A pesar de ello, la situación parece más esperanzadora que el año pasado, entendiendo que cada vez son más las personas cuya situación financiera es suficiente para llegar a final de mes, pues así lo ha determinado el 47% de los participantes de nuestra encuesta. Sin embargo, en nuestro pasado barómetro un 20% afirmaba poder ahorrar y un 37% no llegaba a final de mes. Por tanto, entendemos que la situación ha mejorado respecto a los resultados anteriores pero la cifra de personas que no llegan a final de mes, aunque sea 12 puntos más baja, sigue siendo alarmante.

En este sentido, es especialmente preocupante la situación de los más jóvenes, pues casi el 40% de ellos afirma tener dificultades para completar el mes con su salario, lo que imposibilita su independencia y, lamentablemente, les obliga a buscar otros lugares para mejorar su situación económica.

Hábitos de compra 

Como decíamos, la inflación general está suponiendo un escollo para las economías familiares. Con índices no conocidos en los últimos años, el esfuerzo que tenemos que hacer para llegar a pagar hipotecas, combustibles o energía, se está multiplicando. Pero, sin duda, el mayor problema es la cesta de la compra, cuyo incremento de precio se mueve en dobles dígitos desde hace meses.

En este sentido, los datos de nuestro anterior barómetro arrojaron que un 60% de los encuestados ya habían modificado sus hábitos alimentarios como consecuencia de la subida de la cesta de la compra. Por ello, no es de extrañar que un año después el porcentaje haya bajado a un 47%, teniendo en cuenta que muchos consumidores ya habían cambiado sus hábitos hace exactamente un año y que, por tanto, continúan con los mismos hábitos que tenían en ese momento. De ellos, la gran mayoría está optando por comprar más productos en oferta (80%) o elegir marca blanca (59%) como opciones para ahorrar. Además, y estos datos siguen siendo igual de preocupantes que el año pasado, un 28% de los consumidores encuestados están comprando menos productos frescos, fundamentalmente carne y pescado y un 17%, los ha sustituido por ultraprocesados y congelados. Por todo ello, como ya avisábamos el pasado año, si esto sigue así podríamos pasar de un problema económico, a un problema de salud pública, como consecuencia la ingesta más frecuente de alimentos que, en todo caso, deberían formar parte de nuestra dieta de forma totalmente esporádica y no de manera habitual.

El primer criterio en el que se fija la mayoría de los encuestados (78%) es, precisamente y tal y como ocurría hace un año, el precio. Pero algo positivo hemos encontrado, y es que la tan ansiada búsqueda de la mejor relación calidad-precio, que es la panacea de la elección del buen consumidor, parece ser el criterio más común, pues al precio, se une como segundo factor la calidad (70%). Esto se traduce en que los cambios en los hábitos de consumo de alimentos siguen la misma tendencia que nos encontrábamos hace un año.

El supermercado ha sido la primera opción más elegida, ya que así lo han determinado un 82% de los encuestados, seguido del pequeño comercio y tiendas locales con un 41% de respuestas a su favor. Aquí, como siempre y para no perder las costumbres, queremos romper una lanza a favor de nuestro pequeño comercio ya que, precisamente, son estas pequeñas tiendas de barrio las que suelen contar con producto local y de temporada, que es de mejor calidad y, normalmente, de mejor precio. Apostar por el pequeño comercio es apostar por la riqueza de nuestro pueblo o ciudad, lo que se traduce en una opción fabulosa para realizar nuestras compras.

Este año también hemos querido preguntar a nuestros encuestados si, como consecuencia de la subida en el precio del aceite de oliva, han dejado de consumirlo o consumen menos cantidad. Exactamente un 47% ha manifestado que han pasado a consumir menos aceite de oliva como consecuencia del elevado precio del mismo y un 4% ha dejado de consumirlo en su totalidad, por no poder permitírselo.

Asimismo, y para terminar con lo referente a la alimentación, preguntado a nuestros encuestados sobre el desperdicio alimentario queriendo saber si han tirado algún alimento a la basura en los últimos días. En este sentido, debemos recordar que las cifras mundiales de desperdicio alimentario son estratosféricamente elevadas, alcanzando la cifra de 1.300 millones de toneladas mundiales el pasado año 2023. Por este motivo y tal y como ocurría el pasado año, de nada nos sirve buscar la mejor relación calidad-precio, las mejores ofertas o los comercios más baratos, si luego tiramos lo que compramos. Y parece que lo hacemos con frecuencia, pues casi la mitad de los encuestados afirma haber tirado alimentos a la basura en los últimos días, la mayoría de las veces (38%), porque se había estropeado. En una época en la que los precios de los alimentos están en niveles históricamente altos, lo que provoca un aumento del hambre, es más necesario que nunca cuidar nuestra alimentación para no desperdiciar nada.

Pero, no todo queda en la compra de alimentos. En lo que respecta la compra de artículos o productos que no sean comestibles, la presencialidad y el poder ver lo que estamos comprando en una tienda física ha sido la opción estrella para los participantes de nuestra encuesta, convirtiéndose en la primera opción para casi 8 de cada 10 encuestados. A las tiendas físicas le sigue el comercio online, pues un 44% así nos lo ha hecho saber seleccionando esta opción como primera elección a la hora de comprar artículos que no sean alimentos.

Problemas de consumo, vacaciones y reciclaje 

Es muy llamativo que el 88% de nuestros encuestados haya oído hablar de las estafas cibernéticas, situándose tres puntos por encima que los resultados obtenidos en nuestro anterior barómetro, pero sólo un 57% sabría defenderse de ellas.

Por otro lado, con el objeto de conocer las previsiones de gasto más próximas, hemos preguntado si tienen intención de salir de vacaciones esta Semana Santa. Y la respuesta es casi abrumadora: más de la mitad tiene claro que no saldrá y solo un 31% tiene claro que sí lo hará. Esto se traduce en que no solo cambian nuestros hábitos a la hora de comprar, sino que también lo extrapolamos al ocio y, en él, también optamos por ahorrar.

Para finalizar nuestro informe, hemos preguntado a los encuestados sobre sus hábitos de reciclaje, que siguen creciendo año tras año. Así, casi un 80%, lo hace regularmente, siendo el residuo más reciclado el plástico, aunque la gran mayoría de los encuestados recicla, además, papel y vidrio. Con todo, estos datos siguen mejorando los de nuestro último barómetro, pues en 2023 reciclaba el 75% y hoy nos encontramos cinco puntos por encima. Esto se traduce en que algo se está haciendo bien y en que cada vez vamos entendiendo más reciclar es fundamental para preservar el medio ambiente y promover la sostenibilidad. Por ello, desde UCE, seguiremos realizando campañas informativas y proporcionando información sobre el reciclaje hasta que consigamos que ese 80% sea un 100%.

Conclusión

Una vez analizados todos los datos obtenidos en nuestro estudio podemos concretar que, a pesar de que en 2023 los consumidores ya habían hecho cambios en sus hábitos de consumo, un año después continuamos en la misma línea con un 47% que asegura haber cambiado sus costumbres a la hora de comprar. No obstante, no deja de preocuparnos que un 28% de los encuestados están comprando menos productos frescos, fundamentalmente carne y pescado y un 17%, los haya sustituido por ultraprocesados y congelados.

Por tanto, entendemos que, aunque el panorama sea más esperanzador que hace un año, el hecho de que la cesta de la compra se haya encarecido más de un 100% y teniendo en cuenta los resultados arrojados en nuestro VI Barómetro de hábitos de consumo, las medidas adoptadas y llevadas a cabo por el Gobierno para hacer frente al disparado precio de la cesta de la compra siguen siendo insuficientes un año después, temiendo con ello que, si continuamos con esta dinámica, nos veremos afrontando un grave problema económico y de salud pública inminente. En este sentido, no podemos olvidarnos de la importancia para nuestra salud que tiene el hecho de consumir productos frescos, por lo que no podemos dejarlos de lado y debemos buscar alternativas asequibles, como realizar nuestras compras en comercios locales u optar por alimentos de temporada.

Facebooktwitter
Sin comentarios

Lo sentimos, el formulario de comentarios está cerrado en este momento.