La OMS pide más inversión en transporte público y pone como ejemplo las ciudades de los 15 minutos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha trasladado su apoyo a los proyecto de “ciudades de 15 minutos” y ha solicitado a los distintos gobiernos que «aumenten las inversiones en desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público«, al considerarlos «intrínsecamente sanos y sostenibles». «Los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público -cuando son seguros- pueden contribuir a que las personas gocen de buena salud, las ciudades sean sostenibles y las sociedades equitativas», ha resaltado a través de un comunicado el director del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, Etienne Krug.
El organismo sanitario internacional de Naciones Unidas destaca que los desplazamientos a pie y en bicicleta «pueden repercutir favorablemente en la salud y el medio ambiente, permitiendo a las personas evitar enfermedades como el cáncer y la diabetes, respirar aire limpio y cosechar los frutos de la actividad física». «Unas infraestructuras de transporte público seguras y eficientes pueden facilitar un mayor acceso a la sanidad, el empleo, la educación y otros servicios y fomentar la inversión, contribuyendo así a crear sociedades más equitativas y prósperas«, han insistido al respecto.
En este punto, la OMS ha puesto como ejemplo a París (Francia), que, gracias al concepto de ciudad de los 15 minutos, que pretende garantizar que los residentes se encuentren a menos de 15 minutos de los servicios esenciales utilizando medios de transporte no contaminantes, «ha construido más de 1.000 km de nuevos carriles bici y 169 calles escolares peatonales«.
En contraposición a este nuevo concepto de ciudad, el máximo representante de la OMS en Europa ha criticado el actual modelo basado en la «expansión» de las carreteras, que a su juicio es «insostenible». «Está bien documentado que más carreteras con más carriles equivalen a más coches«, ha esgrimido. En su opinión, el actual modelo «provoca muertes, lesiones y discapacidades, y contribuye a la congestión del tráfico, a los largos desplazamientos al trabajo y al estrés asociado, así como a las enfermedades no transmisibles por la mala calidad del aire, el ruido y la reducción de oportunidades para la actividad física, las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático, el sellado del suelo y el consumo y fragmentación del suelo».
En cambio, Kluge ha sostenido que un transporte y una movilidad «seguros, sostenibles y saludables pueden contribuir a impulsar un cambio social positivo en muchos ámbitos de la sociedad». «Facilitar más desplazamientos a pie y en bicicleta puede repercutir favorablemente en la salud física y mental, así como en el medio ambiente, permitiendo a las personas cosechar los frutos de mantenerse activas, respirar un aire más limpio y reducir las emisiones de carbono», ha resumido al respecto.
Así, ha indicado que fomentar el transporte público, los desplazamientos a pie y en bicicleta «puede contribuir a promover sociedades más equitativas, en las que personas de todos los niveles socioeconómicos tengan el mismo grado de acceso al empleo, la educación, la sanidad y otros servicios«. «Las calles habitables son el corazón de toda comunidad. Debemos aprovechar colectivamente este momento para repensar -y rehacer- la movilidad, por el bienestar de las personas y del planeta, ahora y para las generaciones futuras«, ha remachado.
Al margen de aumentar la inversión en transporte público y en peatonalizaciones, la OMS también ha reivindicado la importancia de «garantizar que las carreteras sean seguras para todos los que las utilizan». «Debemos situar a las personas, especialmente a las más vulnerables, en el centro de nuestra toma de decisiones sobre cómo nos movemos en el mundo«, ha señalado el director del Departamento de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. Al hilo, recuerdan que los traumatismos causados por el tránsito son una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo, con alrededor de 1,3 millones de muertos y hasta 50 millones de heridos cada año. También son la principal causa de muerte entre las personas de 5 a 29 años.
En todo el mundo, 1 de cada 4 muertes se produce entre peatones y ciclistas. A pesar de ello, de los más de 3 millones de km de carreteras evaluados por el Programa Internacional de Evaluación de Carreteras en 116 países, sólo el 16 por ciento recibió una calificación de 3 estrellas o superior para los peatones y sólo el 23 por ciento recibió una calificación de 3 estrellas o superior para los ciclistas.
«Hoy en día, seguimos pagando un trágico coste por nuestra movilidad, con 70.000 muertes al año y cientos de miles más de lesiones no mortales debidas a accidentes de tráfico en la Región Europea de la OMS cada año. Los gobiernos deben actuar para hacer que los vehículos y las carreteras sean seguros, mejorar la forma en que las personas evalúan y responden a los riesgos de la carretera y garantizar que, en caso de accidente en el que alguien resulte herido, tenga acceso a una atención de urgencia y una rehabilitación oportunas, de calidad y que le salven la vida», ha finalizado el director general de la OMS en Europa.