La UE actualiza la normativa sobre responsabilidad por productos defectuosos a la era digital y a la economía circular
Los negociadores de la Presidencia española de la UE y del Parlamento Europeo alcanzaron la semana pasada un acuerdo político sobre una nueva normativa europea en materia de responsabilidad por productos defectuosos. La ley actualizará las normas de responsabilidad civil vigentes desde hace décadas para tener más en cuenta que hoy en día muchos productos tienen características digitales y que la economía es cada vez más circular.
Con la nueva directiva sobre responsabilidad civil, la definición de «producto» se ampliará a los archivos de fabricación digital y al software. El software libre y de código abierto que se desarrolle o suministre al margen de una actividad comercial queda excluido del ámbito de aplicación de la directiva.
La economía digital ha dado lugar a una gran cantidad de ventas en línea. Por lo tanto, las plataformas en línea también pueden ser consideradas responsables de un producto defectuoso si presentan el producto o permiten la transacción para la venta del producto de un modo que induciría a un consumidor medio a creer que el producto es suministrado por la propia plataforma en línea o por un comerciante que actúa bajo su autoridad o control.
Economía circular
En una economía circular, los productos se diseñan para ser más duraderos, reutilizables, reparables y mejorables. Cuando un producto se modifica sustancialmente, fuera del control del fabricante original, y se comercializa o se vuelve a poner en servicio, la nueva directiva estipula que la empresa o persona que realizó la modificación sustancial debe ser considerada responsable como fabricante del producto modificado.
El Consejo y el Parlamento también acordaron que toda persona física que sufra daños por un producto defectuoso tendrá derecho a una indemnización. Estos daños incluyen la muerte o lesiones personales, incluidos los daños a la salud psicológica reconocidos médicamente, los daños o destrucción de bienes, así como la destrucción o corrupción irreversible de datos.
El derecho a indemnización cubrirá las pérdidas materiales derivadas del daño, así como las pérdidas no materiales derivadas del daño, en la medida en que sean indemnizables con arreglo a la legislación nacional.
Debido a la creciente complejidad técnica de muchos productos, los Estados miembros deben garantizar que la persona perjudicada que reclame una indemnización ante un tribunal nacional pueda solicitar el acceso a las pruebas pertinentes de que disponga el fabricante para poder probar su reclamación.
Productos comprados a fabricantes fuera de la UE
Los consumidores compran cada vez más productos a fabricantes establecidos fuera de la UE. Sin embargo, el nivel de protección que reciben debe seguir siendo el mismo cuando esos productos resultan defectuosos.
El acuerdo establece que cuando el fabricante de un producto o componente está establecido fuera de la UE, el importador del producto o componente defectuoso, el representante autorizado del fabricante o, en última instancia, el proveedor de servicios de cumplimiento (empresa que normalmente se encarga del almacenamiento, embalaje y envío de un producto) pueden ser considerados responsables de los daños.
Uno de los objetivos de la directiva es garantizar que los consumidores tengan una oportunidad justa de obtener una indemnización en casos complejos. Cuando un demandante (por ejemplo, el consumidor perjudicado) se enfrenta a dificultades excesivas, en particular debido a la complejidad técnica o científica del caso, para probar la defectuosidad del producto o el nexo causal entre su defectuosidad y el daño, un tribunal puede decidir que el demandante sólo esté obligado a probar la probabilidad de que el producto fuera defectuoso o que su defectuosidad sea una causa probable del daño.
El acuerdo de hoy deberá ser refrendado por los representantes de los Estados miembros en el Consejo (Coreper). Si se aprueba, el texto tendrá que pasar por el proceso formal de adopción tanto en el Consejo como en el Parlamento Europeo.
El régimen comunitario de responsabilidad por productos defectuosos se estableció para indemnizar a las personas perjudicadas por lesiones físicas o daños materiales sufridos a causa de un producto defectuoso (por ejemplo, un secador de pelo que se sobrecalienta o una lavadora con fugas), simplemente probando que el producto era defectuoso y que el defecto causó la lesión o el daño.