Las ITS se disparan en los adolescentes en España: la clamidia aumenta un 128% y la gonorrea un 83%
Los casos de infecciones de transmisión sexual (ITS) en España han experimentado un importante crecimiento en los últimos años. Pese a que la edad media de diagnóstico en estas enfermedades se sitúa por encima de los 18 años, lo cierto es que la tendencia al alza también se da entre los más jóvenes de nuestro país, con un incremento que en algunos casos supera el 120% en sólo cuatro años.
«La edad de los adolescentes es lo que más nos ha llamado la atención», advierte Cristina Epalza, doctora de la Unidad de Infecciones Pediátricas del Hospital 12 de Octubre. La pediatra lidera un estudio acerca de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en jóvenes españoles. Los primeros datos, que acaba de presentar en el XIV Congreso Nacional GeSIDA, revelan que las ITS se diagnostican a edades precoces.
De los 529 casos que se han analizado (pertenecientes a nueve hospitales de cinco comunidades), el 37% fueron menores de edad. En concreto, 20 no habían superado la quincena y 176 eran adolescentes medios (entre 15 y 17 años). «Las acciones preventivas tienen que producirse mucho antes», reclama Epalza.
Esta petición cobra más sentido si se tiene en cuenta que, según la encuesta que la Sociedad Española de Contracepción (SEC) realizó en 2022, la edad en la que comienzan las relaciones sexuales se ha ido adelantando con el paso de las generaciones. Así, si en las mujeres de 45 a 49 años la edad media de la primera relación se sitúa en los 19,7 años, en las de 15 a 19 años se adelantó hasta los 16,2.
Más allá del VIH
El 48,3% de este último grupo poblacional reconoció también que nunca mantiene relaciones sexuales sin método anticonceptivo, frente al 8,7% que lo hace con bastante frecuencia. Estos porcentajes se contraponen con la trágica realidad que dibujan los informes de vigilancia epidemiológica de las ITS en España, que elabora anualmente la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y el Instituto de Salud Carlos III.
Sólo en el caso de la clamidia se produjo un aumento del 128% en los menores de 20 años, pasando de 1.135 diagnosticados en 2017 a 2.594 en 2021. En el último registro la enfermedad afectó en su mayoría a las chicas, con un 79%. El porcentaje es prácticamente idéntico al que han registrado en el estudio que elabora Epalza: «El sistema reproductor de la mujer joven le hace más vulnerable a ciertas infecciones de transmisión sexual», explica la doctora a EL ESPAÑOL.
En la investigación también han detectado que las infecciones por herpes simple ocurrieron con mayor frecuencia en mujeres (el 77% de los casos). Sin embargo, las dos ITS que más han crecido —por detrás de la clamidia— entre la población joven se diagnosticaron mayoritariamente en el género masculino.
En 2021, el 54% de los diagnósticos de gonorrea en menores de 20 años eran hombres. La infección gonocócica sufrió un incremento de casi el 84% en este grupo de edad desde 2017, con 946 casos notificados en el último informe. Para el mismo periodo y grupo poblacional, en la sífilis también se ha registrado un aumento, aunque ha sido bastante menor que en el de la clamidia y la gonorrea, pues los casos ‘sólo’ han crecido un 9%.
Las cifras de contagio por VIH han caído entre los adolescentes españoles, al igual que ha sucedido en el resto de la población. Epalza entiende que en España nadie duda de que «se trata de una infección muy grave». En cambio, con el resto de ITS todavía existe un desconocimiento mayoritario acerca de las implicaciones que tienen en la salud: «La sífilis interrumpe muchos embarazos«, ejemplifica.
‘Empapelar’ las redes sociales
Además de la falta de educación sexual en las escuelas, la pediatra tira piedras contra su propio tejado: «La forma en la que tratamos a los adolescentes en este tipo de casos es mejorable«. A su juicio, los jóvenes no sienten que se respete su confidencialidad en la consulta. «Le hacemos preguntas que a veces no pueden responder».
Esta ausencia de respeto se halla incluso en los datos de su análisis: hasta en un 30% de los casos no se reportó la orientación sexual. En este sentido, el 40% de las ITS se diagnosticaron en adolescentes heterosexuales, un 20% en homosexuales y un 3% en adolescentes bisexuales. No obstante, Epalza considera que existe un porcentaje infraestimado de prácticas bisexuales que rompe el paradigma.
También lamenta que la mayoría de los diagnósticos a nivel hospitalario se hayan producido en Urgencias, puesto que se trata de «un lugar en el que es difícil tener un tiempo de calidad». Tal vez esto explique que en un 12,8% de los diagnósticos de ITS no se registrara ningún tratamiento.
Epalza critica la barrera de acceso con la que se encuentran los jóvenes en nuestro país cuando quieren recibir atención sanitaria. «Si con 16 años tengo un problema de salud, lo más probable es que la tarjeta sanitaria la tenga el tutor legal». En el caso de aquellos que superan este obstáculo, también existe la posibilidad de que la cita se produzca en horario escolar (con la correspondiente explicación por parte del alumno que esto conlleva).
«Las redes sociales han cambiado la manera de relacionarnos (no sólo entre los jóvenes), pero la forma que uno tiene para ir al médico sigue siendo igual«, sintetiza. Aunque las nuevas tecnologías en los más pequeños se hayan puesto en entredicho en las últimas semanas, Epalza es de la opinión de ‘si no puedes con el enemigo, únete a él’: «A finales de los 80 se empapelaron todas las calles de este país con carteles de ‘póntelo, pónselo’. Igual deberíamos hacer lo mismo ahora y ‘empapelar’ las redes».