Los clientes de CaixaBank pueden pedir la entrega a domicilio de dinero en efectivo
CaixaBank, a través de su acuerdo con Correos, ha implantado un nuevo servicio, que entra en funcionamiento este 22 de febrero en funcionamiento, gracias al cual los clientes que lo deseen podrán solicitar por teléfono el envío de dinero a domicilio en toda la geografía española.
El nuevo servicio, exclusivo para clientes de CaixaBank, tiene el objetivo de asegurar el acceso a efectivo en cualquier punto de España, sin necesidad de uso de apps especializadas o smartphones. Para ello, los clientes de la entidad, desde cualquier población, podrán contactar con CaixaBank a través de dos teléfonos gratuitos (900 40 40 90 o 900 365 065) y solicitar el envío a su domicilio de dinero en metálico por importe de entre 60 y 500 euros.
Se trata del primer servicio de solicitud telefónica de envío de efectivo puesto en marcha en España por una entidad financiera en colaboración con Correos, quien lo presta como parte de su servicio “Correos Cash”. De esta manera, se elimina la barrera digital a los clientes al no ser necesario un proceso online para hacer uso de este servicio.
Una vez activada la petición a través de CaixaBank, Correos, a través de su red de 2.388 oficinas y sus más de 30.000 carteros y carteras, que incluyen a los cerca de 6.000 carteros y carteras rurales, se encarga de la preparación y entrega del dinero en el domicilio del cliente, con todas las garantías de seguridad en el proceso de transporte e identificación del solicitante del servicio.
CaixaBank no aplica al servicio ningún coste adicional a la tarifa de Correos por la entrega a domicilio, tasada en 7,15 euros por solicitud. El cliente puede anular la entrega, sin penalización alguna, hasta el momento en que el cartero sale para iniciar el reparto.
Según estimación de CaixaBank, alrededor de 900.000 personas residen actualmente en alguna población de España sin oficinas ni cajeros de ninguna entidad bancaria. Al factor geográfico hay que sumar el hecho de que buena parte de esta población es de edad avanzada, lo que puede dificultar todavía más su inclusión financiera.