Si aparcas delante de tu vado, te pueden multar con 200 euros

Antes de nada vamos a explicar lo que es un vado. Un vado permanente es una licencia que otorga el ayuntamiento para reservar un espacio de la vía pública que se destinará a la entrada y salida de vehículos de una propiedad. De tal forma que allí no se podrá aparcar. Si el propietario de un vado se encuentra con un vehículo aparcado en él, podrá solicitar su retirada. La multa será de 200 euros.

Pero ¿qué sucede si es el propietario el que aparca en su propio vado? Pues que también puede ser multado. Y es que con el vado no pasas a ser el propietario de ese trozo de la acera, simplemente te da derecho a su uso, para poder entrar o salir con tu vehículo. Todo el mundo, independientemente de que seas el propietario, tiene prohibido aparcar en esa zona. Y la multa será la misma, 200 euros.

Según explica el RACE, para solicitar un vado debes ser “persona propietaria o titular del inmueble a la que dan acceso dichos pasos o que ejerzan actividades cuyo espacio va dirigido a ofrecer servicios, como pueden ser, por ejemplo, talleres de vehículos”. También pueden solicitar una placa de vado los dueños de obras o construcciones en el caso que necesiten un paso para la entrada y salida de vehículos.

Para conseguir la placa necesitarás una copia del DNI del propietario, copia del título de propiedad del inmueble, descripción de la necesidad que justifique la solicitud de dicho vado permanente, plano de situación del inmueble y plano de emplazamiento a escala (dependerá de la localidad).

El precio del vado lo determina el Ayuntamiento y depende de algunos factores. Si se trata solo de una plaza de aparcamiento puede costarte unos 50 euros al año, pero si tienes un garaje donde caben muchos más vehículos, el precio puede ascender hasta los 2.500 euros. El coste se abonará anualmente, y a eso se le deberá sumar el precio de la placa que suele costar unos 12 euros.