Un tercio de productos en la UE a base de cereales tienen pesticidas, según un estudio
Un tercio de los productos a base de cereales en la Unión Europea están contaminados con residuos de plaguicidas, según un nuevo informe de la organización de consumidores Foodwatch International publicado este martes.
La producción de cereales contribuye «significativamente» al uso excesivo de plaguicidas en la UE, criticó Foodwatch, y es por ello que señalan que la transición a una producción sin plaguicidas «es crucial para la biodiversidad, la protección del clima y la calidad del suelo».
Por ello, pidió a los minoristas europeos que se comprometan a fabricar toda la gama de productos de cereales y granos sin plaguicidas antes de 2025.
En Francia, por ejemplo, cerca de la mitad de las aplicaciones de plaguicidas se destinan a los cereales; en Alemania, el trigo y la cebada representan por sí solos el 45 % del uso total de pesticidas, según el informe.
Además, la UE es uno de los mayores productores mundiales de cereales -en 2020 se convirtió en el primer productor mundial de trigo- y el 50 % de la tierra para cultivos se dedica a cereales y granos.
Entre ellos, asegura Foodwatch, destacan el trigo y la espelta, cuyos pesticidas son predominantemente sintéticos, aunque existen variaciones significativas entre los Estados miembros: Irlanda emplea la mayor cantidad de plaguicidas sintéticos por hectárea, seguida de Alemania, Francia, los Países Bajos y Luxemburgo.
Algunos de los pesticidas más comunes en la producción de cereales son el butóxido de piperonilo, la cipermetrina o el glifosato, que está pendiente de una posible prórroga en la autorización para su comercialización por sus posibles efectos cancerígenos, según señalaron los autores del estudio.
«Poner fin al uso de plaguicidas en los cereales es la forma más rápida y rentable de salvar a las abejas, los insectos y las hierbas», destacó Foodwatch.
Según su informe, eliminar los pesticidas de los cultivos también ayudaría a prevenir problemas de salud como el cáncer, la impotencia y la depresión para los trabajadores agrícolas, las personas que viven cerca de las granjas y los consumidores.
Otras de sus peticiones es aplicar una política de adquisiciones que dé prioridad a los productos sin plaguicidas, y señalan a los minoristas para «empezar con el cambio».
«A los supermercados les gusta hacer bonitas promesas medioambientales, pero gran parte de sus productos -desde el pan hasta la pasta- se elaboran utilizando enormes cantidades de pesticidas nocivos como el glifosato. Las empresas no quieren hablar de este lado oscuro de los cereales», afirmó el director ejecutivo de Foodwatch International, Jörg Rohwedder.
Por ello, reclaman a los supermercados que «cumplan su función» y que aborden el uso de pesticidas en sus productos con cereales, ya que usan campañas de marketing relacionadas con la biodiversidad pero «puede verse como una distracción para engañar a los consumidores», señaló el informe.
«Nuestra exigencia de mayor claridad y seguridad para los consumidores se dirige a los minoristas de toda la UE», remarcó Rohwedder, que añadió que son los supermercados los que deciden qué productos ofrecer y, por tanto, «influyen significativamente en lo que producen los proveedores».
Otra de las peticiones de Foodwatch es garantizar la transparencia en todo el proceso mediante la publicación anual de datos indicando qué productos se producen libres de plaguicidas y cuáles no.
Esto se debe a que los datos de la UE sobre el uso anual de pesticidas en cultivos específicos es «escaso e incompleto», pues cada Estado miembro mantiene «su propio enfoque» en cuanto a la recopilación de datos.
Aunque la UE exige a los Veintisiete que realicen encuestas sobre cultivos cada cinco años para aquellos más representativos cultivados en cada país, «la situación persiste», señaló Foodwatch.