El Banco de España prevé una subida del consumo y del gasto después del verano
El Banco de España cree que durante los meses de confinamiento, y como suele ocurrir en las crisis, las familias han podido aplazar decisiones de compra. Según la entidad, esa necesidad de compra podría volver a brotar después del verano contribuyendo a un eventual rebote del consumo de los hogares. Las restricciones a la movilidad y el cese de determinadas actividades económicas hizo imposible el gasto en diversos bienes y servicios, lo que ha dado lugar a un ahorro forzoso, según el análisis del Banco de España publicado el 21 de Julio sobre el consumo durante el estado de alarma.
La tasa de ahorro fue muy fuerte durante este tiempo, durante el primer trimestre subió 3 puntos hasta situarse en 11,2 % de la renta disponible. En el tercer trimestre, una vez retomada la mayor parte de las actividades suspendidas, el consumo dependerá de varios factores. El principal, será la recuperación del mercado laboral
Según el análisis realizado sobre la evolución del consumo privado, desde mediados de marzo la demanda se habría visto enormemente condicionada por el devenir del grado de intensidad de las restricciones a la movilidad. Una proporción significativa de la perturbación sufrida haya sido la propia imposibilidad de consumir determinados bienes y servicios. Al inicio del segundo trimestre, la incidencia negativa de las restricciones impuestas por el estado de alarma sobre la adquisición de bienes y servicios de consumo habría alcanzado su punto máximo. Así, en las fechas previas al confinamiento, el gasto acometido se centró en las compras de productos de primera necesidad.
Inmediatamente después de la declaración del estado de alarma, el consumo privado, experimentó una caída «drástica», igual o superior al 50% interanual, durante un período que comprende los diez últimos días de marzo y los veinte primeros de abril.
A partir de los últimos días de abril, los descensos en el valor de las operaciones realizadas con tarjetas comenzaron a moderarse, tendencia que se intensificó gradualmente a lo largo de mayo y junio, con el desarrollo del proceso de desescalada.
Esta nueva normalidad está facilitando una recuperación progresiva del gasto de los hogares, al permitirse la reapertura de los establecimientos que habían permanecido cerrados durante el confinamiento, así como la eliminación de las restricciones a la movilidad.