Encuentran altos niveles de sustancias tóxicas en productos infantiles de Shein
Las autoridades han puesto el foco sobre Shein. La moda rápida a precios pírricos que comercializa el gigante chino podría contener elementos peligrosos para los humanos. Tal y como advirtió este martes el Gobierno de la ciudad de Seúl, sus expertos han encontrado sustancias tóxicas en una cantidad que se sitúa 428 veces por encima de los niveles permitidos en productos infantiles. Y lo peor es que precisamente lo han hecho en unos zapatos para niños de la propia marca Shein.
Tras varias semanas de trabajo y de realizar inspecciones a los artículos que vende la marca de comercio electrónico china, los funcionarios de la capital surcoreana decidieron desvelar los resultados obtenidos y mostrar las cifras recabadas para alertar a la población.
Los números hablan por sí solos. En la web de Shein, se seleccionaron ocho productos para niños, entre los que se encuentran tanto zapatos como bolsas. De esos ocho, en siete, se hallaron sustancias tóxicas. Concretamente de formaldehído y plastificantes. Y lo preocupante no es solo que se encontraran dichos elementos, sino que además, las cantidades que se registraron eran muy superiores a las permitidas por las autoridades.
¿Cuál es el peligro que pueden tener estas sustancias halladas en los productos de Shein? Tal y como revela un estudio de la Comisión Europea, uno de los principales riesgos que entrañan este tipo de sustancias es que se disuelven en los fluidos y que, además, pueden entrar en contacto con la piel. No es esta la principal preocupación. Porque Bruselas advierte que su preocupación se centra especialmente en los efectos que estos elementos puedan tener en el sistema reproductivo, hormonal e inmunitario, así como su potencial carcinógeno o su incidencia sobre cambios en el comportamiento.
Por su parte, Shein asegura que se toma «muy en serio la seguridad de los productos» y que exigen a sus proveedores que cumplan los controles y normas que han establecido: «Trabajamos en estrecha colaboración con agencias internacionales externas, como Intertek, SGS, BV y TUV, para llevar a cabo regularmente auditorías que garanticen el cumplimiento por parte de los proveedores de nuestras normas de seguridad de los productos». En este sentido, en el último año aseguran haber realizado más de 400.000 tests de seguridad química con estas agencias: «Al conocer cualquier reclamación contra nuestros productos, lo retiramos inmediatamente de nuestra página web por precaución, mientras realizamos las investigaciones pertinentes», explican, para acto seguido añadir: «Si se verifica el incumplimiento, no dudaremos en tomar las medidas de seguimiento oportunas con el proveedor de dicho producto. Shein se compromete a ofrecer siempre a los consumidores artículos seguros y fiables»
Seúl lleva varias semanas poniendo bajo la lupa diferentes productos de gigantes chinos del comercio electrónico como AliExpress, Shein y Temu. Para ello, ha realizado varias pruebas de seguridad y, de los 93 productos examinados, se ha encontrado que cerca de 40 de ellos (el equivalente a un 43 %) contenían sustancias tóxicas. Ante esto, las autoridades de la capital surcoreana ya han solicitado a estos gigantes asiáticos que detengan de manera inmediata la venta de los productos en cuestión.
Shein, entre el éxito y el escándalo
Shein lleva unos años revolucionando el mercado. Pero en ese tiempo, el gigante asiático se ha movido al filo de la navaja, entre unas cifras de facturación que quitaban el hipo y unos escándalos que lo han señalado en más de una ocasión. Vestidos por 10 euros, artilugios para el hogar por poco más de 5 y hasta juguetes para los más pequeños que no llegan a los 15 euros. Esa es la fórmula del éxito que se encuentra detrás de Shein, que comercializa cientos de miles de productos de lo más variopinto en una plataforma cuyo principal reclamo es el precio.
Estos ingredientes (la gran variedad y el bajo coste) la han llevado a conquistar los bolsillos de este lado del mundo. Pero también han provocado que las autoridades desconfíen de un modelo de negocio que, advierten, de sostenible tiene más bien poco. Estas tiendas llevan varios meses ya en el punto de mira de los legisladores europeos. También de los norteamericanos. Y por ejemplo, en Francia, la Asamblea Nacional del país se ha puesto manos a la obra para tratar de sacara adelante un proyecto de ley que ponga freno a las compras en este tipo de tiendas online. «Cuando compras en estos sitios, tienes que saber que contribuyes a una contaminación masiva del medio ambiente», explicaba entonces Anne Cécile Violland, diputada del partido Horizons (que forma parte del Gobierno) y que fue la encargada de capitanear el proyecto ante la Asamblea.