La separación de los alimentos crudos y los preparados previene la transferencia de microorganismos. La “contaminación cruzada” consiste en la transferencia de microorganismos de alimentos crudos a alimentos cocinados.
¿Por qué?:
Los alimentos crudos, especialmente las carnes rojas, la carne de ave y el pescado y sus jugos, pueden contener microorganismos peligrosos que pueden transferirse a otros alimentos durante la preparación y conservación de los mismos. Estos microorganismos presentes en la materia prima en crudo serán eliminados durante la elaboración de los alimentos, generalmente por las altas temperaturas. El problema resulta cuando estos microorganismos entran en contacto desde un alimento crudo a uno que ya está elaborado, ya que es entonces cuando el consumidor puede ingerir ese microorganismo y con él la posibilidad de enfermar.
¿Qué hacer?:
- Separe las carnes rojas, la carne de ave y el pescado crudos de los demás alimentos.
- Use equipos y utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar, para manipular alimentos crudos. Conserve los alimentos en recipientes para evitar el contacto entre los crudos y los cocinados.
- Lave los platos que hayan estado en contacto con alimentos crudos. Utilice un plato limpio para los alimentos cocinados.
- En el refrigerador, guarde la carne roja, la carne de ave y el pescado crudos debajo de los alimentos cocinados o listos para el consumo para evitar la contaminación cruzada.
- Los líquidos utilizados para marinar la carne cruda no se deberían verter sobre la carne cuando ésta esté cocinada y lista para el consumo.