Un 60% de las sardinas y anchoas del Mediterráneo poseen microplásticos en su organismo.
Se ha realizado un estudio internacional en el que han participado, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO). Los resultados de este estudio son arrolladores, un 60% de anchoas y sardinas del mar Mediterráneo tienen preocupantes niveles de microplásticos.
Los microplásticos son pequeñas piezas o fragmentos de plástico que contaminan el medioambiente y proceden sobre todos los productos que tenemos en nuestros hogares: productos de belleza, cosméticos, de ropa o de deshechos plásticos de uso cotidiano de los ciudadanos. Los microplásticos acaban en los océanos, acaban en los peces, esto genera un problema medioambiental , así como un problema para la salud de todos los seres vivos.
Las áreas geográficas en las que los peces tienen más posibilidades de ingerir microplásticos son el Golfo de Alicante, en el caso de las sardinas, y el Golfo del León (Delta del Ebro) en el caso de las anchoas.
Este estudio, por primera vez, ha correlacionado los peces que tenían microplásticos con la cantidad de parásitos en el estómago. Se ha llegado a la conclusión que a mayor abundancia de microplásticos en el organismo, más cantidad de parásitos tienen estos peces.
El CSIC está realizando nuevos estudios para conocer qué efectos podría tener estos microplásticos en los seres humanos que consumen de manera habitual sardinas o anchoas.