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Zona azul en Extremadura: El precio de aparcar

Zona azul en Extremadura: El precio de aparcar

Hagamos algo de historia. Los primeros en pagar por aparcar fueron los habitantes de la ciudad estadounidense Oklahoma City. Fue uno de sus vecinos, el abogado y editor Carl C. Magee, quien inventó el parquímetro y lo patentó hace ahora 70 años. La idea era disuadir a los conductores de dejar el vehículo estacionado delante de las tiendas durante horas en las calles más transitadas. El artilugio no llegó a España hasta principios de los años 80.

Todo conductor ha maldecido alguna vez al inventor del parquímetro, o al alcalde que decidió instalarlos en su municipio. Pobre Carl C. Magee, la de cosas que se han dicho de él y de sus familiares… desde la era de la Gran Depresión. Empezaron a funcionar el 16 de julio de 1935 en Oklahoma, Estados Unidos.

Por aquel entonces el aparcamiento ya se había convertido en un problema en las grandes ciudades, y se intentó regular con límites de tiempo o prohibiciones de aparca-miento en franjas horarias. Como eso era muy difícil controlarlo, apareció la patente de Magee para regocijo de miles de alcaldes desde entonces.

La primera patente del parquímetro data de 1932, pero no es aceptada hasta 1936. Tenía forma de buzón de correos. La segunda patente, de 1935, fue aceptada al año siguiente, y tiene un diseño más adecuado a su función. Se meten unos centavos (cantidad fija) y se muestra el tiempo que ha sido «comprado» al ayuntamiento para aparcar, hasta una hora.

La idea fue ampliamente copiada a lo largo del país durante la década de los 30, convirtiéndolos en un elemento más del mobiliario urbano. Ya por entonces los mismos centavos no daban el mismo tiempo de aparcamiento dependiendo de la zona donde se aparcase.

En los años 80 el parquímetro digital empieza a pedir el relevo al mecánico, que se ha seguido utilizando hasta hace pocos años. Nueva York retiró el último parquímetro mecánico en 2006. Las últimas tendencias en estos aparatos permiten pagar con el teléfono móvil e incluso monitorizar cuántos espacios de aparcamiento hay.

En nuestro país se han convertido en una plaga incluso donde no son necesarios por ausencia de problemas de estacionamiento. Un lugar de interés turístico, cerca de la playa, centros urbanos y demás son lugares predispuestos a tener parquímetros.

A pesar de la oposición popular que este dispositivo despierta -entonces y ahora-, sigue formando parte del paisaje urbano.

Su utilidad inicial fue la de garantizar que todos pudiesen aparcar, ya que no hay sitio para todos y hay que ir rotando. El problema es cuando se utilizan como un simple negocio, o cuando es un simple instrumento de recaudación. No se crearon para eso.

 

Como es lógico, todos no podemos aparcar en la puerta de casa. El resultado es que la ingente cantidad de vehículos en las ciudades, unido a las limitadas posibilidades de aparcamiento de algunas zonas, generalmente céntricas, obligan a realizar un sistema de regulación de aparcamiento de vehículos en función del tiempo de estacionamiento, fijando un precio por intervalos temporales. Estas zonas son las conocidas como “zonas azules”, y pretenden el aprovechamiento al máximo de las plazas de aparcamiento, facilitando la rotación de vehículos, sobre todo en las zonas más céntricas de las grandes ciudades, donde el aparcamiento supone un grave problema para los conductores.

En esta ocasión, hemos revisado la regulación municipal de las ciudades más pobladas de nuestra región, con la intención de conocer qué ciudades cuentan con zonas de aparcamiento regulado, cuáles son los precios de estacionamiento de cada una de ellas y cómo se encuentran reguladas.

 

Descubriendo las zonas azules

Las zonas de aparcamiento regulado o “zonas azules”, son zonas de aparcamiento de las ciudades en las que, para poder estacionar el vehículo, el usuario debe adquirir un billete o ticket. El precio, su configuración, la delimitación de las zonas, los tiempos máximos y mínimos de estacionamiento o la forma de pago en caso de denuncia, se encontrarán regulados por el Ayuntamiento con su correspondiente Ordenanza Reguladora de Aparcamiento de Vehículos de Tracción Mecánica (ORA) del municipio en cuestión.

Normalmente, estas áreas de estacionamiento, para su identificación por los ciudadanos, suelen estar delimitadas por rayas azules, de ahí que sean conocidas como “zonas azules”. Sin embargo, en la actualidad, algunas ciudades como Mérida cuentan también con “zona verde”, diseñada especialmente para residentes, no existiendo límite de tiempo para poder estacionar en ellos y, además, permitiendo a los no residentes aparcar su vehículo abonando una tasa mayor.

En todo caso, en las zonas reguladas, se fijan un tiempo máximo de estacionamiento en función de la cantidad abonada. El objetivo es el aprovechamiento al máximo de las plazas de aparcamiento, facilitando la rotación de vehículos, sobre todo en las zonas más céntricas de las grandes ciudades, donde estacionar es todo un inconveniente para los conductores.

La implantación de esta medida en las ciudades tiene, a partes iguales, detractores y partidarios. Claro, la polémica está servida, pues muchos comerciantes consideran que el aparcamiento de pago garantiza una mayor rotación de consumidores generando un aumento en las ventas. Por otro lado, muchos vecinos no quieren su implantación por no tener que pagar para estacionar el automóvil en su calle.

En el caso de ser residente en el municipio, las ordenanzas municipales cuentan con el pago de una cuota, generalmente anual o mensual, para tener acceso a un estacionamiento sin límite de tiempo. Para ello, es necesario el empadronamiento de la persona interesada en la localidad. Además, este permiso estará delimitado por zonas, es decir, los residentes podrán estacionar sus vehículos dentro de unos límites establecidos por el Ayuntamiento, que serán acordes a la localización del domicilio donde están empadronados.

Una vez estacionado el vehículo en la zona regulada, el usuario tiene la obligación de expedir el correspondiente ticket o comprobante en uno de los parquímetros instalados para tal fin en las cercanías de las zonas de aparcamiento. En caso de no hacerlo, el personal específicamente encargado para esta tarea, los controladores, así como los agentes de la Policía local, podrán realizar un procedimiento de denuncia. Incluso,  podrán instar la retirada del vehículo con la grúa y su traslado al correspondiente depósito, siempre y cuando venga regulado en su respectiva ordenanza municipal.

Nuestro estudio

Para conocer de primera mano la situación de la “zona azul” en Extremadura, hemos revisado las normativas reguladoras municipales de las ciudades más pobladas de nuestra región, en concreto hemos examinado la normativa de Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito, Almendralejo, Villanueva de la Serena, Navalmoral de la Mata, Zafra, Montijo y Villafranca de los Barros, está última no siendo de las más populosas tiene autorizada zona azul.

Según hemos podido comprobar, y teniendo en cuenta las Ordenanzas municipales que se encuentran publicadas en los portales webs de los diferentes ayuntamiento de los citados municipios, las poblaciones que cuentan con algún tipo de medida de estacionamiento regulado son Cáceres, Mérida, Don Benito, Villanueva de la Serena,  Navalmoral de la Mata, Zafra y Villafranca de los Barros.

Llama la atención, la ausencia de “zonas azules” en dos grandes municipios extremeños como son Plasencia y Badajoz. En el caso de Plasencia, hasta diciembre de 2014, existía estacionamiento regulado en toda la zona centro. Sin embargo, a pesar de que los parquímetros se retiraron, algunas plazas de aparcamiento siguen pintadas, lo que en ocasiones lleva a la confusión sobre todo a los turistas, al ver líneas azules en el suelo, piensan erróneamente que existe zona de horario regulado. Por otro lado, en Badajoz, aunque existió la denominada “zona azul” entre los años 1986 y 1996, el consistorio municipal ha descartado volver a implementarla.

¿Quién fija el precio?

Existen dos maneras de gestionar el estacionamiento regulado: en la primera opción es el propio ayuntamiento el que las gestiona a través de la Policía Local; la segunda, es otorgar la concesión a una empresa privada, algo que constituye la práctica más habitual.

Al ser el Ayuntamiento el responsable de estas concesiones, también controla el precio final que pagan los conductores por querer estacionar en estas zonas. Cada localidad regula los horarios y días en los que se deben abonar las tarifas por aparcar en una zona regulada.

 

De esta manera, podemos entender la gran oscilación de precios en las diferentes ciudades de nuestro país. El tamaño de las ciudades, la demanda de estacionamiento y la contaminación de los vehículos son algunos de los factores que influyen en el precio final que pagara el usuario.

Sin embargo, en el caso de Extremadura, hemos observado que no existe una gran oscilación de precios entre las localidades que disponen de “zona azul”.

El precio de la hora

Como comentamos, hemos optado por estudiar siete localidades extremeñas con regulación de zona azul.

Todas regulan cuatro aspectos mínimos, que son, el horario en el que estará habilitada la zona azul, el estacionamiento mínimo, el estacionamiento máximo, el precio de la anulación de la denuncia por exceso de tiempo, así como por falta de ticket.

Por tanto, en el momento que vayamos a aparcar nuestro vehículo en una zona azul, lo primero que tenemos que conocer es si nos encontramos dentro del horario obligatorio de pago, de ser así, pagaremos independientemente de la necesidad que tengamos de estacionamiento un tiempo mínimo, que va desde los 15 minutos de Don Benito, Villanueva de la Serena, Zafra, y Villafranca de los Barros con un precio de 0,15 euros en cada una de estas localidades, pasando por los 20 minutos mínimos de Mérida con un precio de 0,21 euros, llegando hasta los 40 minutos mínimo de Cáceres con un precio de 0,30 euros.

Desgraciadamente, en el caso de la zona azul, el consumidor en algunos casos paga por un servicio que quizás no utilice, ya que si nuestra necesidad de estacionamiento está por debajo del mínimo reguladora (en el caso de Cáceres 40 minutos), estaremos pagando por un servicio no utilizado, incluso se puede dar el caso de que dos vehículos utilicen la misma plaza dentro del servicio mínimo abonado, si ambos han estacionado por un plazo inferior a 20 minutos cada uno.

Pero, ¿qué ocurre si comparamos el precio de una hora de zona azul? En este caso, la gran diferencia la encontramos en Mérida, donde el precio de una hora en la zona de estacionamiento regulado tiene un coste de 0,92 €, siendo ésta la localidad más cara de las reguladas. Si la comparamos con la localidad más económica Cáceres (0,50 € la primera hora), en Mérida el consumidor pagará, por una hora de estacionamiento, un 84% más que en Cáceres. El resto de las localidades pagaran 0,60 euros por la primera hora de estacionamiento, excepto en Nalvamoral de la Mata que tiene un precio ligeramente inferior de 0,55 euros.

El tiempo máximo de estacionamiento también está regulado en todas las localidades estudiadas. Los tiempos máximos de estacionamiento no superan en ningún caso las tres horas en las localidades de Zafra y Villafranca de los Barros. El resto de poblaciones, Cáceres, Mérida, Navalmoral de la Mata, Don Benito y Villanueva de la Serena, su tiempo máximo de estacionamiento son dos horas.

 

En este sentido, tenemos que tener en cuenta que si aparcamos en una zona azul, por ejemplo, en Cáceres, y nuestras gestiones duran más de 2 horas, y no queremos ser sancionados, tendremos la obligación de ir a nuestro vehículo para poner un nuevo tickets de parking.

Una de las novedades con las que ya cuentan las zonas de estacionamiento regulado, es la posibilidad de realizar el pago del ticket a través de una aplicación que se puede descargar en el dispositivo móvil, en la que tendremos que facilitar entre otras cosas la matrícula de nuestro vehículo y el número de una tarjeta de crédito. De esta manera, no es necesario acercarse al parquímetro para expedir el correspondiente comprobante.

El precio de las multas

Todas las localidades que cuentan con zona azul, tiene contemplado dentro de sus respectivas ordenanzas, las infracciones por incumplimiento de la norma reguladora del estacionamiento en la zona regulada (zona azul), que va desde la sanción por excedernos del tiempo que hemos pagado para poder tener estacionado nuestro vehículo, hasta la que nos impondrán por la falta de tickets.

Debemos saber, que si nos hemos excedido del tiempo abonado, todas las localidades que cuentan con zonas de establecimiento regulado nos ofrecen la posibilidad de anular la denuncia antes de que se inicie el respectivo procedimiento sancionador, con precios que van desde los 2,40 euros de Villafranca de los Barros y Zafra, a los 4,17 euros de Mérida. 

Para que podamos anular la denuncia, tendremos que acudir al parquímetro más cercano y abonar el precio correspondiente antes de que transcurra el tiempo establecido por el municipio. De lo contrario, se iniciará un procedimiento sancionador cuya consecuencia será el pago de un importe muy superior. El plazo para poder anular la denuncia también varía según la localidad, el tiempo máximo va desde los 30 minutos de Villafranca de los Barros hasta las 2 horas de Mérida.

Por otro lado, según viene contemplado en las ordenanzas municipales publicadas, la única localidad que ofrece la posibilidad de anular la denuncia cuando ha existido falta de ticket es Mérida, con un precio de 8,34 euros y siempre que se realice en un plazo no superior a 2 horas.

Finalmente, si cuando llegamos a nuestro vehículo ya ha transcurrido el tiempo máximo otorgado por el ayuntamiento para la anulación de la denuncia, en este caso, nos veremos obligados al pago de una multa por incumplimiento de la normativa vigente que irá desde los 40 euros de Navalmoral de la Mata hasta los 90 euros de Mérida.

La zona azul, una realidad

Independientemente de que sea necesario o no la implementación de esta medida municipal. Lo que está claro es, que si estás obligado a utilizar una zona  de estacionamiento regulado, ya sea por trabajo o por tu residencia,  implicará una repercusión económica añadida a los gastos familiares, pudiendo generar, en determinados casos, desigualdades sociales.

 

Hay que tener en cuenta, que para los usuarios residentes en una zona de limitación horaria, existe la opción de pagar una cuota anual que les permite tener acceso a un estacionamiento sin límite de tiempo. Para ello, es necesario, además de cumplir los requisitos que exija la corporación municipal, pagar la tasa correspondiente que supondrá, dependiendo del municipio, un importe de 30 a 35 euros.

© Estudio realizado por la Unión de Consumidores de Extremadura en Enero de 2020.

 

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