Europa votará que la «hamburguesa» vegetal se llame «disco» o «cilindro»
Bruselas votará, entre el 19 y el 22 de octubre, la limitación del etiquetado de las alternativas vegetales con las enmiendas 165 y 171, que buscan prohibir el uso de términos como «hamburguesa vegetal» y sustituirlo por «disco» o «cilindro vegetal» al tiempo que limitar la denominación de alternativas a los productos lácteos al prohibir términos como «tipo yogur» o «alternativa al queso».
En este marco, ProVeg, Upfield, Heura y Oatly se han unido para que la Unión Europea tenga en cuenta la opinión de la población española en la votación de las citadas enmiendas. Así, el estudio Nomenclatura de los alimentos de origen vegetal, llevado a cabo por estas entidades entre más de 3.000 españoles, analiza la aceptación y conocimiento de la población sobre los productos vegetales.
«Los españoles no se confunden en el supermercado y saben diferenciar entre un producto de origen vegetal, como la leche de soja, la hamburguesa vegetal o el queso vegano, y un producto de origen animal, sea carne o lácteo. Entre el 70% y el 80% de los españoles distingue entre las diferentes alternativas y sabe decir si el origen es vegetal o animal», indica este análisis.
Asimismo, indica que una amplia mayoría de la ciudadanía está informada sobre las alternativas vegetales y solo el 17% afirma que podría confundir términos como leche de soja o queso vegano con productos animales. Su uso figura en el vocabulario popular y está admitido por la Real Academia Española (RAE), aunque la Unión Europea prohibió su uso en el etiquetado en 2017 alegando confusión. Más del 41% de los españoles desconoce esta prohibición, precisa.
«La enmienda 171 quiere prohibir información clave en el etiquetado de las alternativas vegetales como el queso vegano, dificultando así que el consumidor pueda tomar una decisión de compra consciente e informada», asegura Jordi Fábregas, director general de Upfield en España. «La huella ambiental o el perfil nutricional de un producto interesan cada vez más a los ciudadanos por lo que abogamos por una transparencia total en el etiquetado», añade.
El estudio evidencia, además, la aceptación de los españoles por los productos vegetales, con cerca del 73% que quiere que sean etiquetados en igualdad de condiciones que la carne o los lácteos. El 93% valora «de forma muy positiva» el poder contar con más alternativas en los supermercados que den respuesta a los diferentes tipos de alimentación, intolerancias y preferencias de la sociedad actual, asegura el informe.
«Con este estudio, no solo queda demostrado que los consumidores europeos no estamos confundidos por términos como hamburguesa o queso vegetal, sino que además ni siquiera somos conscientes de que se está utilizando nuestra supuesta confusión como excusa para sacar adelante una prohibición, que solo busca ralentizar la necesaria revolución alimentaria», afirma Cristina Rodrigo, directora de la ONG ProVeg en España.
«Querer que una burger vegetal se llame disco es poner puertas al campo. La lengua debe estar al servicio de la sociedad y no al revés, debemos tratar a los consumidores como adultos con criterio», explica por su parte Bernat Añaños, co-fundador de Heura.
Estas organizaciones aseguran que las dietas basadas en productos de origen vegetal, más saludables y sostenibles para el planeta, «podrían verse perjudicadas si estas enmiendas se aprueban».
En este sentido precisan que la enmienda 171 contempla también prohibir la inclusión de información ecológica en los envases y «los consumidores no podrían saber si un producto tiene menor huella de carbono que otro». Indican que esta decisión «va en contra de la tendencia actual de la población, cada vez más preocupada por el medioambiente y que apuesta por un consumo responsable».
Por último, con la citada enmienda, afirman que el Parlamento quiere prohibir también la inclusión de información sobre salud en el etiquetado, como, por ejemplo, ‘contiene la mitad de grasa que la crema láctea’ o ‘alternativa a la leche de vaca sin lactosa’.