La técnica de los patrones oscuros con la que te convencen para que compres más en Internet

Existen diferentes estrategias de marketing para conseguir que el consumidor acabe adquiriendo los productos o servicios. Los colores dentro de una página web pueden influir en el proceso de compra. Según un estudio del ‘Institute for Color Research’, en 90 segundos los clientes ya tienen una opinión sobre una marca solo por las tonalidades. En el vídeo te enseñamos en qué consiste la técnica de los patrones oscuros.

Indiscutiblemente la sociedad va cambiando y con ella la compresión de los colores. Socialmente hubo una época en la que el color rosa se utilizaba para niñas y el azul para niños. Este es un claro ejemplo de cómo diferentes ámbitos pueden influir en la decisión de separar los colores para determinados intereses.

Los colores hacen que los consumidores reconozcan la marca. Los compradores asocian diferentes atributos a la empresa por sus colores corporativos. Por ejemplo, existen empresas que han incluido el color verde para dar una imagen de sostenibilidad.

El amarillo estimula los procesos mentales y el sistema nervioso, pero también siginifica precaución. En cambio, el rojo evoca emociones fuertes como el amor, pero inconscientemente lo relacionamos con emergencias.

Los consumidores impulsivos se sienten atraídos por colores como el rojo y el naranja. Es un tipo de cliente sensible a las cadenas de comida rápida y las rebajas, donde predominan los colores fuertes. Los compradores precavidos son más sensibles al color azul y los consumidores tradicionales lo serán a los colores con tonalidades pastel.

A la hora de tomar decisiones de compra en páginas web, los colores pueden llegar a ser más persuasivos que en un punto físico. El consumidor debe anteponer lo que ve por encima de lo que huele y toca. Sin olvidar factores como la rapidez con la que opera la web o las palabras que se utilizan, la técnica de los patrones oscuros favorecerá la efectividad del proceso de compra.