Algunos alimentos ricos en antioxidantes podrían aumentar el riesgo de cáncer.
Los alimentos ricos en antioxidantes no siempre producen un efecto beneficioso en el organismo. En muchas ocasiones los antioxidantes pueden aumentar el riesgo de producir determinadas enfermedades.
Según un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén han llegado a la conclusión de que alimentos ricos en antioxidantes como el chocolate, el té negro o las bayas pueden aumentar el riesgo de algunos tipos de enfermedades como cáncer. En este sentido, el profesor Yinon Ben – Neriah del Centro Lautenberg de Investigación en Inmunología han estudiado qué tipo de mutaciones son necesarias para dar lugar al cáncer y descubrieron que las mutaciones precancerígenas no son necesariamente perjudiciales, y en muchos microambientes como el intestino pueden incluso ayudar al organismo a evitar el cáncer.
El inconveniente viene del microbioma intestinal y sus metabolitos, como es el caso de algunas bacterias que se alojan en el intestino grueso o colon y en los antioxidantes como por ejemplo el té negro o el cacao. Estas circunstancias facilitarían un entorno acogedor para los genes mutados acelerando el desarrollo del cáncer intestinal. El estudio manifiesta que el 98% de los cánceres se producen en el colon mientras que el 2% en el intestino delgado. Su diferencia radica en el conjunto de bacterias intestinales que presenten.
A su vez, encontramos el caso del gen TP53, que encontramos en las células y que produce una proteína llamada p53 que hace de barrera celular y elimina las mutaciones genéticas. Si el p53 se daña, la célula queda desprotegida y propagará el cáncer.
Para cerciorarse del considerable papel del microbioma intestinal en el cáncer, los investigadores alojaron proteínas p53 mutadas en el intestino de ratones. Estas proteínas mutadas se convirtieron en normales transformándose en “super supresoras” para conseguir frenar el desarrollo cancerígeno. Este mismo proceso se llevó a cabo en el colon, no produciendo ningún cambio. Los investigadores probaron a aplicar antibióticos para suprimir la flora intestinal natural del color y descubrieron que estas proteínas mutadas frenaban la propagación del cáncer.
Los resultados del estudio exponían que los culpables eran los metabolitos o “antioxidantes” que producían las bacterias intestinales y que podemos encontrar en algunos alimentos. Sin embargo, es necesario la realización de más estudios para conocer en profundidad la relación entre las bacterias intestinales y los antioxidantes.