No es queso todo lo que parece
España, tierra de riqueza culinaria y tradición gastronómica, es también un auténtico paraíso para los amantes del queso. Con más de 150 variedades distintas de este lácteo tan apreciado, nuestro país despliega una paleta de sabores y texturas que deleita los paladares más exigentes.
No obstante, en el ajetreo diario, a menudo nos decantamos por la comodidad de los quesos envasados en lonchas (también conocidos como tranchetes) para agilizar la preparación de nuestras comidas. Ya sea por falta de tiempo o simplemente por la conveniencia que ofrecen, estos quesos pueden ser una solución rápida, pero no todos son igualmente saludables. Por lo tanto, es crucial elegir bien el producto.
La versatilidad de los quesos fundidos en lonchas los convierte en un ingrediente frecuente en nuestros hogares. Se despliegan en una amplia gama de presentaciones, desde ensaladas y canapés hasta sándwiches y salsas, lo que los convierte en un aliado en la cocina cotidiana. Además, su suavidad hace que sean atractivos para un mayor número de paladares, a diferencia con los tradicionales cuyo sabor más intenso puede no agradar a algunos. Sin embargo, mientras disfrutamos de estos quesos, es esencial tener en cuenta su perfil nutricional. Aunque son una fuente rica de calcio, fósforo y proteínas, no podemos pasar por alto su elevado contenido calórico y las notables cantidades de sal y colesterol que pueden contener.
La oferta de quesos en formato lonchas es tan amplia como variada. Pero, a veces, lo que creemos que es queso, resulta no serlo en absoluto. Por ello, es necesario que el consumidor haga una buena elección del queso que va a comprar. Disfrutarlo con moderación y conocer su contenido nutricional es esencial para asegurarnos de que estamos haciendo elecciones alimenticias saludables y conscientes.
Con el objetivo de ayudar en esta importante elección, en Consumidorex hemos llevado a cabo una exhaustiva evaluación de los principales quesos fundidos en lonchas disponibles en el mercado, abarcando tanto las reconocidas marcas comerciales como las opciones de marcas blancas.
En esta ocasión, hemos seleccionado una variedad de quesos envasados de marcas comerciales, cada uno con sus propias características y sabores distintos: El Caserío, Tranchettes La Vaca Que Ríe, Sabanitas TGT y Alteza.
Además, para ofrecer una visión completa y equitativa del mercado, también hemos evaluado las alternativas de marcas blancas. Entre las marcas blancas que hemos analizado se incluyen: Eroski, Carrefour, Hacendado, Láctea (Día) y Milbona (Lidl).
Es queso o no
El mercado de quesos en lonchas es amplio y variado, ofreciendo una gama de productos etiquetados de diversas formas. La confusión a menudo radica en la falta de transparencia en la denominación de estos productos. Los términos como «rallado» o «gratinado» no necesariamente indican un problema, siempre que estén hechos con queso de calidad. Sin embargo, términos como «especial para sándwich» pueden indicar que el producto no es queso en absoluto.
En muchos casos, los productos etiquetados de manera ambigua o que no llevan la palabra «queso» en su nombre están elaborados con grasas vegetales y almidón, lo que reduce significativamente la cantidad de queso en el producto y disminuye su calidad. Estos productos también pueden contener coloran-tes, espesantes y otros aditivos que buscan emular las características del queso real, pero a menudo afectan negativamente a la calidad y la salud, especialmente cuando incluyen grasas refinadas como las de palma.
Lo cierto es que el queso fundido en lonchas no es técnicamente queso en el sentido tradicional. Son un tipo de alimento que se asemeja al queso, pero a menudo no cumplen con los estándares legales que definen lo que se considera queso en muchos países. Estos productos suelen contener grasas vegetales, almidón y aditivos, y a menudo tienen una cantidad significativamente menor de queso real en comparación con los quesos tradicionales. Los productos analizados podemos observas que contienen leche desnatada concentrada, suero, proteínas, almidones, entre otros ingredientes.
Fabricando el queso
El queso fundido en lonchas se elabora mediante un proceso de mezcla y fusión de diversos ingre-dientes. A pesar de que no son queso puro en el sentido tradicional, estos productos a menudo contienen una cantidad variable de queso real, que puede incluir Emmental, Cheddar o Gouda.
Para lograr su textura cremosa y capacidad de fundido, se añaden grasas vegetales, como aceites de palma, aceite de girasol o mantequilla. Además, se emplean sales fundentes para asegurar una mezcla uniforme y prevenir la separación de los ingredientes. También se pueden añadir emulsionantes y estabilizadores para mejorar la consistencia y la calidad del producto.
Productos comparados
Como anticipábamos, las marcas comerciales elegidas en esta comparativa han sido El Caserío, Tranchettes La Vaca Que Ríe, Sabanitas TGT y Alteza. Y las marcas blancas elegidas han sido Eroski, Carrefour, Hacendado, Lactea (Día) y Milbona (Lidl). Los precios de estos productos varían significativamente, con un rango que va desde los 3,65€/kg de Milbona hasta los 11,63€/kg de El Caserío.
Como es común en este tipo de productos, las marcas comerciales suelen tener precios más altos en comparación con las marcas blancas. El queso fundido sándwich Láctea (Día), como ejemplo de marca blanca, tiene un precio de 4,30€/kg, mientras que el producto más asequible de las marcas comerciales es el queso fundido Alteza 16 lonchas, que cuesta 6,30€/kg. Esto representa una diferencia de 2€ entre ambos productos.
Dentro de las marcas comerciales, los precios oscilan desde los 6,30€/kg de Alteza hasta los 11,63€/kg de El Caserío. Sin embargo, cuando evaluamos el precio por unidad, el producto más costoso es Sabanitas TGT (6,25€), mientras que el más económico es Alteza (1,89€).
En cuanto a las alternativas de marca blanca, los precios van desde los 3,65€/kg de Milbona hasta los 4,30€/kg de Láctea (Día). En este caso, al calcular el precio por unidad, Hacendado es la opción más cara (2,20€), mientras que Láctea (Día) es la más accesible (1,29€).
El principal problema que encuentra el consumidor cuando adquiere este tipo de productos es que, si bien figuran en el etiquetado los ingre-dientes que lleva el producto, y entre ellos dice queso, en ninguno de los productos de la comparativa figura la cantidad exacta de queso que contiene.
Uno de los desafíos clave que enfrenta el consumidor al adquirir este tipo de productos es la falta de información detallada en el etiquetado. Aunque los ingredientes están listados, y se menciona la presencia de queso, ninguno de los productos de la comparativa proporciona la cantidad exacta de queso que contiene. Esto se convierte en un factor crítico para los consumidores, ya que les gustaría saber la proporción real de queso en el producto en relación con otros ingredientes como leche, suero de leche, grasas lácteas, grasas vegetales hidrogenadas, proteínas de la leche concentradas y proteínas del suero.
Estos ingredientes adicionales se encuentran presentes en todos los productos de nuestra comparativa. Sin embargo, dado que las proporciones no están especificadas en el etiquetado, los consumidores quedan en la oscuridad con respecto a la cantidad de cada componente en cada producto.
En última instancia, esta información faltante es crucial para los compradores que desean tomar decisiones informadas sobre su elección del queso. La transparencia en la etiqueta es esencial para garantizar que los consumidores conozcan la composición de los productos que están comprando y puedan tomar decisiones alimenticias conscientes.
Una opción poco saludable
Este tipo de quesos es el que debería ser evitado a toda costa si deseamos mantener una alimentación saludable. Un queso, normalmente, sólo precisa de dos ingredientes: leche y fermentos lácticos. Pero un queso procesado contiene una serie de ingredientes adicionales no muy saludables.
Y es que, a pesar de su delicioso sabor, debemos considerar con seriedad el alto contenido de grasas saturadas y colesterol que contienen.
Las grasas saturadas, ampliamente reconocidas como un contribuyente al aumento del colesterol LDL (colesterol «malo») en el cuerpo, son uno de los principales problemas asociados con este tipo de quesos. Consumir estas grasas en exceso puede llevar a un aumento en los niveles de colesterol LDL en la sangre, lo que, a su vez, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Las enfermedades cardíacas siguen siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y reducir la ingesta de grasas saturadas es una estrategia clave para prevenirlas.
Además de las grasas saturadas, este alimento también es conocido por su contenido de colesterol. Si bien el colesterol es una sustancia necesaria para el cuerpo, un exceso de colesterol en la sangre se ha relacionado con la acumulación de placa en las arterias, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En nuestra comparativa, todos los quesos envasados contienen considerables cantidades de grasas, que varían desde 12g en las marcas El Caserío y Milbona hasta 16g en Alteza. Y además, con un notable contenido de grasas saturadas que oscila entre los 7,8g de Eroski a los 11,1g de Hacendado.
Dentro de las marcas comerciales, encontramos que el queso fundido con el contenido más alto de grasas saturadas es la marca Alteza, con 10g, mientras que el que tenía la menor cantidad de grasas saturadas es El Caserío, con 8g. En el caso de las marcas blancas, Hacendado lidera el grupo con 11,1g de grasas saturadas, mientras que Eroski se mantiene en el extremo inferior, con 7,8g.
Por consiguiente, debido a su alto contenido de grasas, el queso en lonchas es un alimento rico en calorías, con aproximadamente entre 194 Kcal (Milbona) y 242 Kcal (Hacendado) por cada 100g, que representan alrededor del 20% de su peso.
Su mejor aporte nutricional son la fuente de proteínas de calidad, que oscilan entre el 11,8g (Hacendado) y 14g (El Caserío). Los quesos más proteicos comparados son, entre las marcas comerciales, El Caserío; y entre las marcas blancas, Eroski, cada uno con 14g. También aporta calcio y vitaminas liposolubles, como la A, D, y E, así como vitaminas del grupo B como la B1, B2, B6 y B12.
Los hidratos de carbono son una parte esencial de nuestra dieta, ya que proporcionan energía a nuestro cuerpo. Sin embargo, no todos los hidratos de carbono son iguales. Los azúcares, un tipo de hidrato de carbono de absorción rápida, pueden tener un impacto significativo en los niveles de azúcar en sangre. En nuestra comparativa, observamos que el contenido de azúcares en los quesos en lonchas varía de 5,1g en Eroski a 6,1g en El Caserío. Los demás productos se ubican en algún punto intermedio de esta horquilla.
Este nivel de azúcares es comparable al que se encuentra en el queso fresco y supera al que se halla en los quesos curados y semicurados. Esto se debe a que la lactosa, el principal hidrato de carbono presente en la leche, se pierde durante el proceso de maduración de los quesos curados y semicurados. La cantidad de lactosa en los quesos fundidos sirve como referencia y límite para la adición de otros ingredientes.
El queso fundido en lonchas tiende a tener un contenido elevado de sal. La concentración de sodio en estos quesos ronda entre los 2,5g de El Caserío a los 3,8g de Alteza, puesto que se emplea para realzar el sabor del queso y aprovechar sus propiedades conservantes como aditivo.
Para los adultos, la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir menos de 5 g (un poco menos que una cuchara de té) de sal por día. Por tanto, los quesos más interesantes son los que menos sal contengan.
Para un consumo ocasional
El queso fundido se erige como una valiosa fuente de calcio y proteínas en la dieta. No obstante, su alto contenido calórico, azúcares, contenido de sal y presencia de colesterol lo convierten en un alimento que debe consumirse ocasionalmente en la alimentación de cualquier individuo.
Esto es especialmente relevante para aquellos que enfrentan problemas de exceso de peso, hipertensión o niveles elevados de colesterol o triglicéridos en la sangre. Asimismo, es importante considerar su consumo en la dieta de los niños, ya que a menudo están expuestos a estos productos sin ningún control.
En última instancia, elegir una dieta variada y equilibrada es esencial para cuidar de nuestra salud a largo plazo. Con el conocimiento adecuado, podemos disfrutar de nuestros alimentos favoritos sin comprometer nuestro bienestar.
Nuestra elección
A la hora de elegir el queso fundido en lonchas, es fundamental equilibrar dos aspectos clave: la salud y el precio. En nuestra búsqueda, hemos examinado minuciosamente una variedad de opciones y seleccionado un ganador tanto en el ámbito de las marcas blancas como en el de las marcas comerciales.
Dentro de las opciones de marcas blancas, hemos seleccionado el queso fundido en lonchas de la marca Milbona (Lidl). Este producto destaca por su bajo contenido de grasas saturadas, con tan solo 7,9g, ubicándose en el extremo inferior de los quesos comparados en nuestra investigación. Además, presenta un atractivo precio de 3,65€/kg, lo que lo convierte en la opción más económica dentro de las marcas blancas.
En el ámbito de las marcas comerciales, hemos encontrado al vencedor en Tranchettes La Vaca Que Ríe. Este queso fundido en lonchas destaca por su equilibrio, con 9g de grasas saturadas y tan solo 2,5g de azúcares. Además, su precio de 9,59€/kg lo posiciona como una elección asequible.
© Estudio realizado por Unión de Consumidores de Extremadura en Octubre de 2023.
